El ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, anunció que ha dado instrucciones al personal del Ministerio para negar la extensión de visados y rechazar nuevas solicitudes para los empleados de Naciones Unidas (ONU). Esta medida se toma como un acto de descontento con la actitud de la organización durante el conflicto en Gaza entre Israel y Hamás.
Cohen expresó su desagrado hacia la ONU, acusándola de comportarse de manera vergonzosa desde el 7 de octubre. Criticó al Secretario General, Antonio Guterres, y al Alto Comisionado para los Derechos Humanos, alegando que legitimaron crímenes de guerra y publicaron informes sin fundamento.
El secretario general de la ONU ha condenado la ofensiva israelí en Gaza, calificándola como un “infierno en la Tierra” y denunciando el alto número de víctimas civiles. Israel, a su vez, reprocha a la ONU por no condenar el “terrorismo” de Hamás.
En respuesta a estas acciones, Israel retiró previamente el visado a la coordinadora de la ONU para asuntos humanitarios basada en Jerusalén, Lynn Hastings. Cohen afirmó que Israel dejará de colaborar con aquellos que cooperen con la “propaganda” de Hamás.
La relación entre Israel y la ONU ha estado tensa debido a las posturas divergentes sobre el conflicto en Gaza, y esta decisión de negar visados es otro episodio en la creciente tensión entre ambas partes.
