AGENCIA
Nacional.- Un devastador incendio, aparentemente provocado por fuegos pirotécnicos, arrasó con el patrimonio de siete familias de la ranchería Caja Vieja, en el municipio istmeño San Blas Atempa, dejándolas sin hogar y sumidas en la tristeza en vísperas de la Navidad.
El siniestro consumió en menos de 20 minutos las siete viviendas, mayoritariamente construidas con techos de lámina y paredes de palma y carrizo, así como las cocinas y corrales que albergaban borregos y gallinas.
El incendio se desató alrededor de las 19:00 horas, de acuerdo con los afectados, quienes señalaron que el fuego se propagó velozmente, consumiendo sus pertenencias en su mayoría. Afortunadamente, no se reportaron pérdidas humanas, pero varias mujeres expresaron su tristeza al ver desaparecer su único patrimonio.
Agentes de la Policía Municipal, personal de Protección Civil, elementos del área de limpia y solidarios vecinos y familiares se unieron en las labores de limpieza y apoyo a las familias afectadas. Luis Gaspar Melchor Valdivieso, director de Seguridad Municipal, confirmó que siete familias resultaron damnificadas, y serán las autoridades correspondientes las encargadas de determinar las causas del incidente.
“El día de ayer hubo un incidente y al parecer fue con fuegos pirotécnicos que arrasó con 7 viviendas. La autoridad está apoyando con cobijo y alimentación, eso es lo primero”, indicó Valdivieso.
Silvia López Gallegos, una de las afectadas, compartió su desolación al mostrar los restos calcinados de su vivienda y cocina, donde elaboraba tortillas para su consumo y venta. “Será una triste Navidad. Hace dos años ocurrió lo mismo y nos costó recuperarnos, y ahora se repite la misma historia; pedimos ayuda”.
El presidente municipal de San Blas Atempa, Adalberto Velásquez, anunció que se buscarán apoyos para las familias afectadas y se está llevando a cabo un censo para evaluar las necesidades. Como medida de emergencia, se habilitó un refugio en las instalaciones de la primaria y preescolar de la ranchería.
María Cruz Niño Pérez, de 56 años y madre de 7 hijos, lamentó la situación: “Mi casa se quemó totalmente, mi ranchito, todo se quemó. Ahora vivo junto con mis hijos en una escuelita que está detrás de mi casa, porque no quedó nada”.
Las familias damnificadas solicitan ayuda para la reconstrucción de sus viviendas, y la autoridad local ha establecido un centro de acopio en el parque central de San Blas Atempa para recibir donaciones en apoyo a los afectados.
