En una conferencia matutina que dejó perplejos a muchos, el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló sus planes de cerrar su ciclo al frente de la administración federal y retirarse al término de su sexenio. En un gesto inusual en la política moderna, el mandatario expresó su convicción en el sufragio efectivo y su rechazo a la reelección, fundamentando su decisión en la creencia de que cerrar el ciclo a tiempo es esencial para evitar caer en la trampa del autoritarismo.
“Me voy a jubilar por varias razones, primero porque soy partidario del sufragio efectivo, no reelección. No creo en el necesariato”, declaró López Obrador, destacando sus principios democráticos.
El presidente reflexionó sobre la importancia de retirarse en el momento adecuado, evitando que los líderes se conviertan en tiranos. “Si algunos gobernantes hubieran retirado a tiempo, no hubieran terminado como tiranos”, añadió.
Además de su decisión política, López Obrador reveló sus motivaciones personales para retirarse. Enfocándose en su bienestar físico, expresó: “Uno no es Dios, somos mortales. No se trata solo de vivir más años, sino de vivir bien, sin achaques”. El presidente subrayó su deseo de abandonar la dependencia de medicamentos, abogando por un estilo de vida más saludable que incluya ejercicio regular y una alimentación equilibrada.
Con esta sorprendente noticia, México se prepara para despedir a un líder que, además de su legado político, destaca por su compromiso con una jubilación que prioriza la salud sobre el poder. ¿Qué deparará el futuro para el país tras el retiro de López Obrador? Solo el tiempo lo dirá.