Sandra González
EL BUEN TONO
Orizaba.- El obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, destacó la urgencia de impulsar y promover la dignidad de todas las personas, abordando diversas situaciones, desde indígenas y afroamericanos hasta migrantes y mujeres que a menudo son marginadas.
El prelado subrayó: “Este año, nuestra prioridad pastoral es trabajar para elevar la dignidad de la persona, recordando que todos, sin importar su origen o género, merecen ser vistos como iguales”.
En el marco de la celebración del 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe, el obispo hizo un llamado a todos los fieles para comprometerse en la construcción de lo que la Virgen pidió como la “casita sagrada”. Cervantes Merino enfatizó que este llamado va más allá de la construcción física de un templo, instando a la creación de un espacio sagrado donde todos se vean como hermanos.
“La Virgen no pidió un templo majestuoso, sino una casita sagrada. Esto nos insta a construir un lugar donde nos reconozcamos como hermanos, no solo espiritualmente, sino también en la vida diaria. En esta festividad de Santa María de Guadalupe, recordemos este mensaje de unidad y fraternidad”.
En la solemne homilía realizó un llamado para que baje la violencia y la impunidad. El obispo realizó un llamado a María “que nosotros seamos los actores principales para ser mejores familias, de muchachos con más ilusiones y aspiraciones dignas de los hijos de Dios, de crecimiento de desarrollo, que no estemos a expensas de dádivas, sino que seamos capaces de construir por la inteligencia, por la fuerza física, espiritual, por los valores humanos y cristianos”.
“Celebramos hoy la presencia de María santísima, que nos trae el amor de Dios y nos invita, a construir familias marcadas por la reconciliación”.