AGENCIA
Nacional.- Después de 497 días del trágico colapso en la mina de carbón “El Pinabete” en Coahuila, México, la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) anunció el inicio de los trabajos para recuperar los cuerpos de los 10 mineros que quedaron sepultados. La titular de la CNPC, Laura Velázquez, informó en conferencia de prensa que los trabajos han permitido acercarse hasta unos 50 centímetros de las galerías donde se presume que se encuentran los cuerpos desde el 3 de agosto de 2022.
Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), afirmó en un comunicado que se ha alcanzado de manera segura las galerías de la mina, las cuales se ubicaban a 62 metros de profundidad respecto a la tierra. Aunque se ha progresado significativamente en los últimos meses gracias a tapones hidráulicos y pantallas impermeables, Velázquez enfatizó que no pueden determinar tiempos precisos para el rescate de los cuerpos.
La recuperación de los cuerpos estará a cargo de la Fiscalía General del estado de Coahuila, junto con especialistas y la Secretaría de la Defensa Nacional. Los trabajos del fin de semana pasado se enfocaron en la excavación de los últimos cuatro metros para llegar al techo de las galerías. La CFE detalló que desde el día del accidente se han invertido 11,928 horas de trabajo ininterrumpido, con una plantilla de 303 trabajadores.
Desde el incidente en agosto de 2022, el Gobierno de México ha llevado a cabo diversas acciones concretas, incluyendo la instalación de un campamento que ofrece servicios básicos para acompañamiento constante a los familiares afectados, reuniones regulares con deudos para informar sobre los avances y la entrega de indemnizaciones económicas en septiembre de 2022.
El presidente Andrés Manuel López Obrador había prometido inicialmente recuperar los cuerpos en meses, pero en junio pasado reconoció que el proceso podría extenderse hasta 2024. El incidente en la mina “El Pinabete” ha reavivado la controversia sobre la actuación de las mineras en la región carbonífera, donde se han registrado más de 100 muertes en la industria minera, según la Familia Pasta de Conchos, que agrupa a familiares de fallecidos en el derrumbe de 2006 en la mina de ese nombre.