AGENCIA
Veracruz.- En el aparentemente idílico entorno de Punta Puquita, un islote en el Sistema Lagunar de Alvarado (SLA) al sur de Veracruz, se ha revelado un perturbador hallazgo: restos humanos en una región protegida por su biodiversidad. Este no es un caso aislado, ya que otros islotes en el complejo de lagunas también podrían albergar cementerios clandestinos, según información recopilada por el Colectivo Solecito de Veracruz.
Rosalía Castro Toss, cofundadora de Solecito y madre de un desaparecido, indicó que pistas derivadas de investigaciones sobre personas desaparecidas llevaron a estos lugares, cuya ubicación se mantiene en secreto por razones de seguridad. Además de Punta Puquita, restos humanos también se han encontrado en el Parque Natura de Xalapa, otra zona de difícil acceso debido a su importancia ambiental.
La complejidad de realizar búsquedas en estas áreas se ve agravada por los trámites, como la necesidad de obtener autorizaciones de los propietarios de los islotes, retrasando la intervención de colectivos y autoridades. A pesar de las dificultades, el Colectivo Solecito logró recuperar restos de 17 personas en Punta Puquita, aún pendientes de identificación.
El SLA, con sus 267 mil hectáreas, es el segundo humedal más extenso del Golfo de México y cuenta con una biodiversidad significativa. Protegido por la Convención de Ramsar desde 2004, ha sido reconocido por su importancia para la conservación de aves y otras especies. Sin embargo, este entorno se ha convertido en el foco de fosas clandestinas, desafiando la lógica ambiental y generando preocupación entre los buscadores y defensores de derechos humanos.
El descubrimiento en Punta Puquita se suma a una historia más amplia de fosas clandestinas en la región. En 2017, la Fiscalía General del Estado halló 47 cráneos en la comunidad El Arbolillo, parte del SLA. Posteriormente, el Colectivo Solecito recuperó 71 cuerpos y más de 5 mil restos óseos en el mismo lugar hasta 2022.
El acceso a estos sitios es complicado debido a su ubicación en manglares, y las búsquedas se realizan en condiciones adversas, enfrentándose a mosquitos, lodo y agua. A pesar de estas dificultades, el colectivo continúa su labor con el respaldo de autoridades y la Comisión Estatal de Búsqueda de Veracruz.
El descubrimiento plantea preguntas sobre cómo estos sitios, bajo supervisión y protección, pudieron ser utilizados como cementerios clandestinos. La solicitud de permisos para explorar otros islotes en el SLA enfrenta desafíos similares, pero el Colectivo Solecito persiste en su búsqueda de la verdad y la justicia para las familias afectadas por la desaparición de sus seres queridos.
