Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) alcanzaron un nuevo récord en 2023, según el último informe del Global Carbon Project. Con 40,900 millones de toneladas, a pesar de esfuerzos locales en Europa y Estados Unidos, las emisiones mundiales continúan en aumento, desafiando las advertencias científicas sobre el cambio climático. Aunque algunas áreas han trabajado para reducir las emisiones fósiles, el informe destaca la insuficiencia de la acción global, advirtiendo que hay un 50% de probabilidades de superar el límite crítico de 1.5°C del Acuerdo de París en aproximadamente siete años.
El informe, elaborado por instituciones destacadas como la Universidad de Exeter y la Universidad Ludwig-Maximilian de Múnich, muestra un aumento del 1.1% en las emisiones de CO2 derivadas de combustibles fósiles, llegando a 36,800 millones de toneladas al cierre de 2023. Sumando estas emisiones con las provenientes de cambios en el uso de la tierra, se proyecta que el total alcance los 40,900 millones de toneladas, superando las cifras del año anterior y alejándose aún más de los objetivos climáticos globales.
A pesar de las advertencias y de la llamada urgente del profesor Pierre Friedlingstein en la cumbre del clima en Dubái, se destaca la falta de rapidez en los recortes de emisiones fósiles a nivel mundial. Las tendencias regionales varían, con previsiones de aumento en las emisiones de CO2 en la India y China, mientras que la Unión Europea y Estados Unidos experimentan descensos. Con la concentración de CO2 atmosférico proyectada en 419.3 partes por millón para 2023, un 51% por encima de los niveles preindustriales, y el aumento de las emisiones por incendios forestales, la necesidad de medidas concretas y rápidas se vuelve apremiante para abordar la crisis climática.