AGENCIA
San Juan Evangelista, Ver.- La caravana de migrantes “Latinoamérica Unida” persiste en su camino hacia la Ciudad de México, y este viernes 1 de diciembre marcó una parada en el municipio de San Juan Evangelista, siendo el primer punto de descanso en la región tras haber pasado por El Ejido Lázaro Cárdenas.
El contingente, integrado por alrededor de 2 mil 800 personas, avanza por el sur de Veracruz después de su pausa en la comunidad de Nuevo Morelos, en el municipio de Jesús Carranza. Su recorrido sigue por la carretera federal Sayula de Alemán-Matías Romero, ocupando un carril completo, lo que generó cierto tráfico durante algunos minutos.
A la cabeza de la caravana, una patrulla de la Guardia Nacional (GN) guía el trayecto, solicitando a los vehículos circundantes que reduzcan la velocidad. El grupo Beta del Instituto Nacional de Migración (INM) y el Ejército Mexicano acompañan a los migrantes en su travesía.
“Hemos enfrentado condiciones muy duras, aguantando sol, sed, insomnio, hambre y un cansancio que, si mostrara mis pies, llorarían”, compartió uno de los migrantes.
Tania, una migrante hondureña, expresó: “Lo único que queremos es que nos otorguen al menos tres días de permiso para continuar en autobuses. Eso es lo único que pedimos, no deseamos quedarnos en México, ni causar molestias; nada por el estilo”.
El coordinador general de la caravana, Pablo Luis Ballestero Flores, indicó que la ruta exacta por el sur de Veracruz aún no está completamente definida. Por ahora, el objetivo es llegar al municipio de Sayula de Alemán. Posteriormente, decidirán si continúan hacia Acayucan para descansar y tomar la carretera costera del Golfo o si optan por la autopista La Tinaja-Cosoleacaque.
Los migrantes expresaron su agradecimiento por el apoyo recibido de personas solidarias que les han proporcionado agua, ropa e incluso comida durante su travesía.
“La gente de México ha sido muy generosa. En Carranza, nos hicieron sopa y todos comimos. Les agradecemos”, expresó un miembro de la caravana.
Esta caravana partió el 30 de octubre desde Tapachula, Chiapas, con el propósito de llegar a la Ciudad de México, donde esperan obtener un salvoconducto que les permita continuar su travesía en transporte. Muchos de los migrantes enfrentan llagas en los pies y otros padecimientos debido a las condiciones del camino.
