México.- El presidente Joe Biden enfrenta una creciente ola de críticas en Estados Unidos por su respaldo incondicional a la guerra liderada por Israel en Gaza. Este apoyo ha suscitado preocupaciones y descontento tanto en el Congreso como entre funcionarios de la administración, organizaciones de derechos humanos y medios de comunicación.
Según informes, Israel ha utilizado bombas estadounidenses, incluyendo aquellas de 2 mil libras, en áreas urbanas densamente pobladas, lo que ha llevado a una elevada tasa de mortalidad de palestinos. Expertos señalan que el ritmo de muertes durante la campaña militar israelí tiene pocos precedentes en este siglo, estimando que la ofensiva ha causado la muerte de 10 mil mujeres y niños en Gaza.
A pesar de la controversia, la Casa Blanca ha centrado su atención en la pausa humanitaria, mientras continúa el suministro de armas estadounidenses a Israel. Amnistía Internacional Estados Unidos ha instado a suspender inmediatamente dicho suministro, y activistas, legisladores y organizaciones presentaron una resolución en el Congreso para frenar la entrega de más bombas a Israel.
Se ha registrado una creciente disidencia y oposición dentro del gobierno de Biden, con funcionarios expresando su alarma y más de mil de ellos firmando declaraciones internas en contra de la política oficial de apoyo a la guerra en Gaza. La administración se enfrenta a la presión de comunidades árabe-estadounidenses y musulmanas, así como de votantes jóvenes, cuya mayoría desaprueba la gestión de Biden en relación con el conflicto.
Aunque la postura de Biden podría tener consecuencias políticas significativas, la mayoría de los legisladores en el Congreso continúa ofreciendo un respaldo sólido a Israel, lo que refleja el tradicional consenso bipartidista en este tema.
