AGENCIA
Nacional.- Durante su conferencia diaria desde Palacio Nacional el pasado viernes, el presidente Andrés Manuel López Obrador sorprendió al confesar que no le agrada lo que su hijo mayor, José Ramón López Beltrán, comparte en sus cuentas de redes sociales.
López Beltrán, conocido por expresar sus opiniones de manera abierta en plataformas como Twitter, respondió a las declaraciones de su padre mediante un mensaje en el que destacó que, a pesar de las diferencias de opinión, el amor y respeto entre ambos siempre permanecen inquebrantables.
“Leí y escuché las palabras de mi padre, nuestro presidente @lopezobrador_, y las llevo conmigo. Su mensaje sobre la independencia y el comportamiento de nuestra familia resuena en mi corazón. Entiendo y valoro su preocupación, y al mismo tiempo, reconozco la libertad que nos ha dado, especialmente a mí”, expresó.
López Beltrán defendió su enfoque en redes sociales, afirmando que su definición de “portarse bien” incluye ser auténtico, crítico y constructivo. Reconoció la libertad que le ha concedido su padre y solicitó a los medios de comunicación que observen más allá de la superficie.
“Con amor y respeto hacia mi papá, un hombre que ha dedicado su vida al servicio del pueblo de México, de la nación, y con un compromiso inquebrantable hacia la libertad de expresión y la honestidad, sigo adelante”, indicó.
En su conferencia matutina del día siguiente, AMLO comentó sobre las publicaciones de su hijo en redes sociales, admitiendo que no le gusta mucho lo que escribe, pero subrayando que, debido a que José Ramón tiene más de 40 años, no puede hacer mucho al respecto.
“A veces veo que José Ramón escribe, pone sus mensajes; no me gusta mucho, pero tiene más de 40 años. ¿Qué hago?”, dijo AMLO.
Esta revelación arroja luz sobre la dinámica entre el presidente y su hijo, destacando la divergencia de opiniones y el equilibrio entre la independencia y el respeto en su relación familiar.
¡Ridículos! Ya no hayan la forma de crear distractores y llamar la atención para que no se hable de lo realmente importante, si de hablar de ellos se trata, AMLO como padre se debería de sentir avergonzado de que su zángano hijo nunca ha sabido trabajar y ganarse lo que come y disfruta con el sudor de su frente, pero como él ha sido su ejemplo seguramente está orgulloso de que aprendió a vivir del erario.
Obvio la familia es primero y comprometido con papá, ya que todavía sostiene económicamente a la familia.
¿No le gusta lo que escribe? ¿Pero qué tal lo que se roban? Solapador y alcahuete de la corrupción de su hijo; par de ratas, ¡está tan claro como se ha enriquecido ilícitamente el hijo y quiere demostrar que no es cierto!