En un giro impactante de los acontecimientos, la Oficina Federal de Investigación (FBI) está llevando a cabo una investigación exhaustiva sobre la explosión de un vehículo ocurrida el miércoles en el Puente del Arcoíris, que une Estados Unidos y Canadá en Niagara Falls. Este puente, uno de los cuatro cruces por carretera en el oeste del estado de Nueva York, ha sido escenario de un incidente que ha dejado perplejas a las autoridades y a la opinión pública.
La situación, según el comunicado emitido por la oficina de campo de Búfalo, es descrita como “muy fluida”, y las autoridades aún están tratando de determinar el origen de la detonación. Se presume que el vehículo involucrado provenía del país vecino, aunque la dirección aún no ha sido confirmada.
La cadena de televisión Fox News, citando fuentes no identificadas, informó sobre dos personas muertas, presuntamente ocupantes del vehículo, y un agente de aduanas herido. Estos informes fueron posteriormente confirmados por agentes del orden con acceso a la investigación. Sin embargo, la naturaleza precisa de la explosión aún no está clara.
A pesar de las especulaciones iniciales, los investigadores han descartado la posibilidad de que se tratara de una bomba. La gobernadora del Estado de Nueva York, Kathy Hochul, declaró que “no hay indicios de que se trate de un ataque terrorista”. Aunque se han descartado ciertas hipótesis, todas las opciones siguen siendo consideradas en esta fase temprana de la investigación.
Las imágenes compartidas por testigos en las redes sociales muestran una cabina de control chamuscada por las llamas, mientras que otro video refleja una espesa nube de humo sobre el puente, que se encuentra a pocos kilómetros de las famosas cataratas de Niagara. Según algunos relatos, el vehículo habría perdido el control al esquivar otro automóvil, chocando contra una valla y provocando una explosión.
La gobernadora Hochul ha estado siguiendo de cerca la situación y se dirigió al lugar de los hechos inmediatamente. Mientras tanto, la unidad antiterrorista del FBI y la policía del Estado de Nueva York han intensificado la vigilancia en todos los puntos de entrada a Nueva York como medida de precaución.
Este incidente, que ocurre apenas una semana después de las advertencias del director del FBI sobre el aumento del riesgo de extremismo, ha captado la atención del presidente Joe Biden, quien fue informado de inmediato y sigue de cerca los desarrollos de la investigación.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, también se pronunció sobre el incidente, asegurando que Canadá está colaborando estrechamente con Estados Unidos y abordando la situación con extrema seriedad. El ministro de Seguridad Pública de Canadá, Dominic LeBlanc, lo describió como una “circunstancia violenta” y una fuente de preocupación para ambos países, instando a la cautela antes de hacer especulaciones sin detalles concretos. La incertidumbre persiste en torno a este misterioso suceso en el Puente del Arcoíris.
