EU.- El gobierno de Estados Unidos ha dado un paso significativo al emitir una orden ejecutiva que encarga al Departamento del Trabajo evaluar el impacto de la inteligencia artificial (IA) en diversos sectores, incluido el ámbito laboral. La medida, que busca comprender las implicaciones de la IA en el mercado laboral, refleja un esfuerzo global para establecer políticas y normas que regulen la utilización de esta tecnología y protejan a los trabajadores. Con un plazo de 180 días, el Departamento de Trabajo deberá presentar un informe que aborde la capacidad del gobierno para respaldar a los trabajadores afectados por el avance de la IA.
La orden ejecutiva también destaca la necesidad de evaluar y diseñar políticas públicas y medidas legislativas que respalden a la fuerza laboral ante las transformaciones que la IA pueda generar en el mercado. Además, se prevé la colaboración con sindicatos y trabajadores para establecer principios y mejores prácticas para las empresas en escenarios como el desplazamiento laboral, estándares laborales, y las implicaciones de la recopilación y uso de datos por parte de los empleadores mediante la inteligencia artificial.
Este enfoque del gobierno estadounidense se suma a iniciativas similares en otras partes del mundo, como la Unión Europea, que ha propuesto regulaciones para el uso de la IA, considerando riesgos para la salud, seguridad y derechos fundamentales, incluidos los relacionados con el trabajo. La evaluación de políticas y prácticas éticas en torno a la inteligencia artificial se presenta como un paso clave hacia la construcción de un futuro laboral sostenible y equitativo.