De la Redacción
El Buen Tono
Orizaba.- En las últimas semanas, residentes de Orizaba han expresado su creciente preocupación ante una serie de incidentes reportados de abusos por parte de fuerzas del orden en la ciudad y sus alrededores. Ciudadanos, desde albañiles y taxistas hasta empresarios y músicos, han denunciado ataques perpetrados por uniformados a bordo de unidades oficiales y extraoficiales, algunos de ellos sin placas y con pasamontañas.
Los afectados relatan encuentros aterradores en los que son interceptados sin motivo aparente, ya sea caminando, en motocicletas o vehículos. En estos encuentros los agentes, armados y enmascarados han despojado a las víctimas de sus pertenencias, desde calzado y relojes hasta cadenas, teléfonos y dinero en efectivo. Los incidentes ocurren con mayor frecuencia durante las noches, después de las 21:00 horas, cuando los uniformados establecen “retenes” en diferentes puntos de la ciudad, operando hasta las 06:00 horas.
DETENCIONES ARBITRARIAS
Lo más alarmante es que, según testimonios, los abusos van más allá del robo simple. Los uniformados realizan detenciones arbitrarias, llevando a las víctimas a lugares apartados para interrogarlas y sembrar evidencia incriminatoria, como drogas. En algunos casos, han contactado a los padres de jóvenes detenidos exigiendo grandes sumas de dinero para evitar acciones legales federales.
ESTÉ ALERTA
Los residentes, temiendo represalias, han guardado silencio, pero ante la gravedad de la situación, se hace un llamado urgente a la comunidad para estar alerta. Se recomienda activar los sistemas de seguimiento GPS, instalar cámaras remotas en vehículos y motocicletas, e incluso portar dispositivos de grabación personal. Además, se insta a la población a informar sus salidas y llegadas, y a gritar en caso de ser detenidos sin motivo aparente.
Ante esta situación, es imperativo que la ciudadanía se una, rompa el silencio y exija respuestas a las autoridades competentes. Solo a través de la colaboración y la denuncia colectiva podrá Orizaba liberarse de esta creciente amenaza que emana tanto de los delincuentes como de aquellos que llevan uniforme.