AGENCIA
Internacional.- Tras un juicio de ocho semanas, el hospital Johns Hopkins All Children’s en St. Petersburg, Florida, ha sido condenado a pagar 211 millones de dólares a la familia de Beata Kowalski, quien se suicidó en 2017 después de ser falsamente acusada de abusar de su hija enferma, Maya, según determinó un jurado.
El hospital fue declarado responsable de siete cargos, que incluyen secuestro de la menor, falsa prisión, negligencia médica, facturación fraudulenta y agresión a la menor. El caso fue detallado en el documental de Netflix “Take Care of Maya”.
Maya, diagnosticada con el síndrome de dolor regional complejo, fue ingresada en el hospital en 2016. La madre, Beata Kowalski, fue denunciada ante el Departamento de Niños y Familias por supuestamente medicar irresponsablemente a su hija con Ketamina. Esto llevó a una serie de eventos que culminaron en la acusación de abuso infantil y la separación de la madre e hija durante más de dos meses.
El jurado determinó que el hospital tuvo una conducta “extrema e indignante” hacia Maya, lo que contribuyó al suicidio de Beata Kowalski en enero de 2017.
El hospital ha anunciado su intención de apelar la decisión, alegando “errores claros y perjudiciales” durante el juicio. Afirman que cumplieron con la ley de informe obligatorio del estado de Florida al denunciar sospechas de abuso infantil.
La familia Kowalski será compensada con más de 211 millones de dólares en daños y perjuicios. Estas indemnizaciones se otorgaron debido a las acciones del hospital, que incluyeron poner a la niña bajo vigilancia de video durante 48 horas, desnudarla sin permiso y fotografiarla sin el consentimiento de los padres ni de un tribunal, según informó el diario Tampa Bay Times.