AGENCIA
Internacional.- La ciudad de Bucarest se estremeció la mañana del pasado 6 de noviembre ante el brutal feminicidio de Liliana Popa, una mujer de 54 años que fue acosada y luego asesinada por su propio sobrino, Alexandru Lonut Popa, de 33 años.
Los informes revelan que el feminicida acosó a Liliana durante días, exigiéndole que le consiguiera un buen trabajo. La víctima, ante la insistencia, respondía con un contundente “No hay manera”. No solo buscaba empleo, sino que también pretendía que Liliana le cediera la firma de su departamento.
La prima de Liliana, Marina, compartió detalles escalofriantes sobre las conversaciones entre la víctima y su agresor. “Chica, me sigue llamando para buscarle trabajo”, relató Marina. Lonut Popa realizó varias llamadas a Liliana, recordándole que por años no se había puesto en contacto y ahora pretendía ser parte de la familia.
A pesar de las advertencias de Liliana de que no la buscara más, las conversaciones solo avivaron el odio de Alexandru hacia su tía. El día del fatal incidente, Lonut acosó a Liliana, persiguiéndola hasta el edificio donde vivía. Las cámaras de vigilancia captaron el momento en que la mujer ingresó gritando, seguida de cerca por su agresor.
Una testigo intentó intervenir y enfrentar al feminicida, pero este la esquivó y roció gasolina a Liliana. Después de propinarle varias patadas y dejarla inconsciente en el suelo, Alexandru le prendió fuego. A pesar de las llamas, el asesino escapó, aunque las piernas de Lonut también resultaron quemadas.
Afortunadamente, la rápida intervención de las autoridades permitió la detención de Alexandru Lonut Popa, quien ahora enfrenta cargos por este atroz feminicidio que ha conmocionado a la ciudad de Bucarest.