AGENCIA
Nacional.- El presupuesto destinado a la Coordinación del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se ha reducido significativamente en comparación con el ejercicio anterior. Sinaproc desempeña un papel crucial en la gestión de desastres naturales como huracanes y sismos en México.
Para el año 2024, el gobierno prevé asignar 190 millones de pesos al presupuesto de Protección Civil, lo que representa un aumento de 36 millones de pesos en comparación con el 2023. Sin embargo, esta cifra es 49 millones de pesos menor que el presupuesto ejercido en el 2018.
La disminución de recursos no se limita a la protección civil, ya que otros programas relacionados con la vigilancia, monitoreo y prevención de desastres naturales también han experimentado recortes en su presupuesto.
El programa de Inversión del Servicio Meteorológico Nacional no ha ejercido su presupuesto en 2023, y el programa de vigilancia meteorológica, encargado de monitorear y alertar sobre fenómenos como huracanes, opera con una cuarta parte de los recursos que tenía en 2018.
El programa de Atención de Emergencias y Desastres Naturales, destinado a proporcionar asistencia a la población en situaciones de emergencia, ha experimentado una reducción del 59% en su presupuesto en comparación con el 2018.
El presupuesto destinado a estos programas contrasta con el aumento en el gasto destinado a enfrentar el cambio climático. Sin embargo, organizaciones no gubernamentales y especialistas han criticado la opacidad en la asignación de recursos y la inclusión de programas que no contribuyen al combate del cambio climático.
El presupuesto de Protección Civil experimentó su mayor recorte en el primer año de la administración actual, disminuyendo en un 59%. Mientras que durante la administración del expresidente Enrique Peña Nieto se ejercieron mil 520 millones de pesos reales para Sinaproc, en la administración actual se han ejercido 625 millones de pesos reales.
El recorte presupuestario también se ha reflejado en el programa de Inversión del Servicio Meteorológico Nacional, que ha disminuido significativamente en los últimos años.
El programa de vigilancia meteorológica ha visto recortado su presupuesto drásticamente, operando con una cuarta parte de los recursos que tenía en 2018. El programa de Atención de Emergencias y Desastres Naturales también ha experimentado una disminución del 59% en comparación con su presupuesto en 2018.
México cuenta con anexos presupuestarios destinados a enfrentar la crisis climática, pero organizaciones señalan que estos fondos a menudo se utilizan de manera opaca y se asignan a programas que no contribuyen a combatir el cambio climático.
A pesar del aumento en el presupuesto para enfrentar el cambio climático, se han incluido programas que no están relacionados con este fin. Los recursos destinados a los combustibles fósiles, como los incentivos fiscales al IEPS en 2022, superan significativamente los fondos asignados a la crisis climática en 2023.
Este recorte en el presupuesto de Protección Civil y programas de prevención de desastres plantea desafíos significativos en un país propenso a desastres naturales como México, lo que podría afectar la capacidad de respuesta y gestión de situaciones de emergencia en el futuro.
¿Pero qué tal para los cuates? Está situación está rebasando la congruencia, los directores de estos organismos deberían renunciar, al final ellos son los señalados.
Para mañana la tragedia de Acapulco será historia vieja. Esa es la ventaja de los políticos mexicanos sobre los 129 millones de mexicanos, pues saben que tienen la memoria corta.
Es evidente que eso no es una prioridad, ese fondo para enfrentar desastres naturales no era nunca algo de importancia en este gobierno, todo lo relacionado con la propaganda electoral, programas sociales y obras sin sentido que no han servido para nada, eso es lo importante.
“Diputados crean fideicomisos para Sedena, Marina, Tren Maya y aeropuertos”. Esos fondos deberían de ser destinados a Guerrero por decisión unánime. El tren no es de seguridad nacional, la salubridad de los guerrerenses sí.
