Adriana Estrada
EL BUEN TONO
Orizaba.- Don Abel Rosas lleva 22 años dedicándose a “atender a los difuntos”, un trabajo que realiza con mucho respeto, responsabilidad y agradecimiento. El 2 de noviembre se celebra el Día del Panteonero, una fecha que ha sido olvidada por muchos, pero que estos trabajadores la festejan manteniendo limpios los sepulcros.
Don Abel aprendió el oficio de panteonero de sus ancestros, que también se dedicaban al mismo oficio. Su crecimiento fue en los panteones, y de ahí nació el interés por seguir con una tradición. Mientras limpia el sepulcro de uno de sus difuntos encargados, don Abel cuenta que todos sus trabajos los hace con mucho respeto, pues gracias a los que ya descansan él puede llevar el sustento a su casa, un oficio que no muchos quieren ni pueden hacer.
Aunque dice que él no ha sido testigo de cosas sobrenaturales, pues todos los días acude a trabajar con la encomienda de visitar a todos “sus difuntos”, hay algunos compañeros que le han contado que de noche se pueden ver sombras entre las tumbas.
Don Abel tiene por encargo a más de una veintena de difuntos, cuyos familiares vivos le han pedido que mantenga limpios sus sepulcros para cuando lleguen a visitarlos. Durante sus 22 años ha mantenido a varios alejados de la hierba y la basura. “Este trabajo es de mucho respeto y responsabilidad, yo estoy muy agradecido porque de aquí he salido adelante, junto con mi familia”, dice.
Varios de los difuntos que él atiende fueron heredados por sus familiares que también eran panteoneros, pero al jubilarse le dejaron la encomienda, por lo que a diario les da su vuelta. Actualmente el Día del Panteonero ya no es celebrado, ni por las autoridades ni por los ciudadanos, por lo que estos trabajadores acuden a atender a sus difuntos como cualquier otro día, sin que reciban un reconocimiento.
in Orizaba