De la Redacción
el buen tono
Fortín.- La inseguridad se ha convertido en una pesadilla recurrente para los automovilistas que quedan atrapados en los constantes embotellamientos ocasionados por las obras en la autopista Córdoba-Orizaba, a la altura del puente de Metlac, ejecutadas por Caminos y Puentes Federales (Capufe). La falta de presencia policial y la aparente indiferencia de las autoridades ante las crecientes denuncias ciudadanas, han convertido esta vía en un terreno propicio para la delincuencia.
Ayer, un autobús de la línea ADO se convirtió en la última víctima de la ola delictiva que aqueja a esta zona. A pesar de las denuncias y quejas de los usuarios, las autoridades parecen no dar importancia a esta crítica situación, lo que ha dejado a los automovilistas en una situación de alarmante.
La ausencia de elementos de seguridad en la zona ha llevado a sospechas generalizadas de una posible complicidad o negligencia por parte de las autoridades con los delincuentes. Los usuarios de esta vía, agobiados por la falta de protección, se ven desamparados ante la amenaza de la delincuencia, sabiendo que nadie vigila y que los uniformados llegan tarde, cuando ya el daño está hecho.
Los automovilistas han alzado su voz en más de una ocasión para instar a Capufe a acelerar los trabajos en la autopista, a fin de evitar los continuos embotellamientos que sirven de caldo de cultivo para la delincuencia. Se ha hecho hincapié en la urgencia de activar los tres turnos de trabajo y acelerar la obra, sin embargo, estas peticiones han sido sistemáticamente ignoradas.
La seguridad de la población debería ser una prioridad indiscutible, y no debería quedar en segundo plano ante los intereses económicos. La negligencia en la prevención del delito y la aparente indiferencia hacia los ciudadanos que usan esta autopista es inaceptable. La comunidad exige respuestas y medidas concretas contra este problema.