Para los mexicanos 2012 no fue el mejor año, pero tampoco el peor del sexenio que terminó. El crecimiento económico medido por el producto interno bruto (PIB) fue mediocre; el deterioro del poder adquisitivo fue grande, especialmente por el incremento en el precio de los alimentos; una ligera recuperación del salario medio de cotización al IMSS, y quizá lo más destacado, un aumento sin precedentes en el número de trabajadores asegurados en el IMSS.
El consenso de los analistas estima que la economía crecerá 3.9% con respecto a 2011, tasa similar a la de ese año. Lo preocupante es que la tasa de crecimiento del PIB ha venido descendiendo en los últimos trimestres, en el tercer trimestre la tasa anual fue de 3.3%, mientras que en el primer trimestre la marcha del PIB era del 4.9%. De acuerdo con la clasificación del INEGI, la actividad económica más dinámica ha sido la de manufacturas, seguida por la construcción y luego servicios.
A noviembre de este año el número de trabajadores asegurados del IMSS cerró en un número histórico: 16.1 millones, de los cuales 13.9 millones son trabajadores permanentes y 2.1 millones de trabajadores eventuales. De continuar esta tendencia, en 2012 se habrán creado más de un millón de puestos de trabajo registrados ante el IMSS, pues a noviembre de este año el aumento llegó a 948 mil trabajadores. Por actividad económica, de acuerdo con la clasificación del IMSS, la industria de la transformación ha sido la más importante generadora de empleo, seguida por la de servicios para empresas, personas y hogar, y luego el comercio.
En cuanto a lo que se refleja en el bolsillo de los hogares, ahí no se encuentra lo mejor. El incremento en el precio de los alimentos ha sido demoledor para el presupuesto familiar, el cual sólo podría neutralizarse si en un hogar un integrante más se sumara a la población económicamente activa con empleo remunerado. Mientras que el consenso de los analistas estima una inflación de 4% para 2012, el incremento en precios de los alimentos en términos anuales llegó a 6.5% en noviembre. Lo duro del impacto en la inflación de alimentos es que el aumento acumulado desde 2006 hasta 2012 ha sido de más del 48%. De ahí el reclamo del ama de casa al proveedor de la familia que le es imposible estirar la quincena, más todavía cuando se ha tenido que enfrentar el incremento en precios y tarifas de la gasolina, electricidad, agua e impuesto predial.
Hay estabilidad macroeconómica para el país, entre otras causas por el alto precio del petróleo y las bajas tasas de interés internacionales. Sin embargo, esta estabilidad nada despreciable es insuficiente para lo que requieren los hogares de los mexicanos. En 2012, por segundo año consecutivo el precio de la mezcla mexicana de exportación de petróleo promediará 101 dólares por barril. No obstante este precio, el valor de las exportaciones petroleras no crecerá en 2012, ya que el volumen de la plataforma de exportación disminuyó en aproximadamente 100 mil barriles diarios.
En comercio exterior siguen siendo las exportaciones no petroleras las más importantes. Éstas son casi 6 veces superiores a las petroleras. ¿Quién se habría imaginado esto en 1982, o en 1994 al inicio del Tratado de Libre Comercio de América del Norte? El sector automotriz es el más importante y dinámico en impulsar nuestras exportaciones, tanto en valor como en tasa de crecimiento. México exporta casi una y media veces más bienes relacionados con la industria automotriz que petróleo. Esto nos impone desafíos dentro de la economía global, ya que cualquier recesión de las economías en Estados Unidos, la Unión Europea y Asia, nos afectará seriamente por estos dos flancos.
Quiero desear a todos los lectores, colaboradores y trabajadores de EL UNIVERSAL felices fiestas de diciembre y lo mejor para el 2013: salud, paz, felicidad, e inspiración y energía para emprender y alcanzar las metas que se han trazado.
Economista