Guerrero.- El huracán Otis, alcanzando la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, ha causado daños históricos en Acapulco, Guerrero. Este fenómeno se desarrolló de manera vertiginosa, pasando de tormenta tropical a categoría 5 en solo nueve horas, un rápido aumento en intensidad. Otis tocó tierra en las inmediaciones del puerto con vientos máximos sostenidos de 270 kilómetros por hora y rachas de 330 kilómetros por hora.
Las consecuencias devastadoras de Otis se hicieron evidentes a medida que avanzaba. La ciudad de Acapulco quedó incomunicada, sin electricidad ni servicios de telefonía, lo que dificultó la evaluación inicial de los daños. El suministro de energía eléctrica solo se había restaurado al 40% de los afectados a partir del miércoles por la tarde. Además, varias carreteras que conectan con la Ciudad de México quedaron obstruidas debido a deslizamientos y desbordamientos de ríos.
La desaparición del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) en julio de 2021 ha generado preocupación, ya que solía proporcionar recursos para situaciones como esta. A pesar de las declaraciones del gobierno federal de contar con 18 mil millones de pesos para contingencias, las comunidades afectadas aún no han recibido el apoyo necesario para la recuperación de Tecpan de Galeana y la reparación de los daños en Acapulco sigue pendiente. La rápida intensificación de Otis y la falta de recursos del Fonden subrayan la importancia de contar con sistemas efectivos de preparación y respuesta para enfrentar desastres naturales de esta magnitud.