El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, comentó que la marcha de los trabajadores del Poder Judicial es “de pena ajena” y la calificó como un intento de mantener privilegios, enfatizando que no se les recortarán salarios, a pesar de la eliminación de 15 mil millones de pesos en fideicomisos del Poder Judicial. Los trabajadores convocaron a esta marcha en diversos estados del país, en protesta por la eliminación de dichos fideicomisos.
López Obrador reiteró que los fideicomisos se utilizaban para diversos fines, incluyendo cirugías plásticas y cuentas de ahorro especiales para ministros y magistrados del Poder Judicial. Asimismo, destacó las diferencias en los sueldos y beneficios de los altos funcionarios del Poder Judicial en comparación con su propia reducción de sueldo al asumir el cargo presidencial, lo que representó menos de la mitad de lo que ganaba su predecesor Enrique Peña Nieto.
El presidente opinó que esta reacción del Poder Judicial representa una inusual rebelión de este poder en contra del Ejecutivo, y la atribuyó a la oposición que busca defender privilegios en lugar de trabajar en favor del pueblo mexicano. El Centro Histórico de la Ciudad de México amaneció con vallas que bloqueaban el acceso al Zócalo, impidiendo el paso a peatones en áreas como Palacio Nacional, Catedral y oficinas gubernamentales.
