En un reciente paseo campestre rumbo a la majestuosa Presa del Oviáchic, en Cajeme, la naturaleza reveló un asombroso secreto a la intrépida exploradora local, Cristina Núñez. Las imágenes que compartió dejaron boquiabierta a la población, ya que mostraban tres impresionantes serpientes de la especie Boa Sigma, también conocidas como corúas, de una longitud y tamaño que desafiaban la imaginación.
Estas majestuosas criaturas fueron avistadas por Cristina durante su excursión en “La Isleta” el pasado fin de semana, y su testimonio se convirtió en la comidilla de la comunidad. “Estaban en la presa, en la Isleta, estaban muy grandes, impresionante”, exclamó Cristina al describir su encuentro con estas imponentes serpientes.
En las fotografías compartidas por Cristina, se podían apreciar tres ejemplares de al menos cuatro metros de longitud, cada uno con un diámetro que rondaba los 40 centímetros, hábilmente enroscados alrededor de los troncos de árboles. Estas imágenes dejaron a todos maravillados y asombrados por la majestuosidad de la naturaleza que rodea la Presa del Oviáchic.
El biólogo Miguel Gastélum, experto en la fauna local, confirmó que estas serpientes son, de hecho, una especie autóctona de la zona. Tienen su hábitat en la selva baja caducifolia, que es común en los alrededores de la presa. Aunque son una de las especies de serpientes más grandes del estado, el Sr. Gastélum aseguró que no son agresivas. Se alimentan principalmente de pequeños mamíferos y aves, atrapándolos por constricción.
Gastélum también compartió información importante sobre el comportamiento de estas serpientes, señalando que si las encuentras durante su proceso de muda, pueden volverse un poco temperamentales debido a la incomodidad que experimentan cuando se les desprenden parcialmente las escamas de los ojos. Sin embargo, manteniendo una distancia segura, no representan una amenaza.
Además, es vital recordar que esta especie está protegida por las leyes mexicanas, según la Norma Oficial Mexicana 059. Esto resalta la importancia de respetar y conservar la vida silvestre que habita en la región.
Un pescador local del Oviáchic explicó que estas impresionantes serpientes tienden a salir de sus refugios cuando el clima cambia, buscando el cálido sol, ya que en sus guaridas y el agua, la temperatura puede descender a niveles incómodos. Este fascinante comportamiento añade un toque especial a la belleza natural de la Presa del Oviáchic y sus alrededores, convirtiendo esta área en un rincón verdaderamente único para los amantes de la naturaleza y los curiosos exploradores.
