Pintaba para un informe sin sobresaltos, bastante planchadito y con un poder de convocatoria tan amplio que entre los invitados estuvieron la mitad de los gobernadores del país, que vinieron de lugares tan lejanos como Chiapas, Sonora, Chihuahua y Nuevo León.
Miguel Ángel Mancera repasaba los principales programas sociales de su gobierno y todo iba tranquilo hasta que habló de su propuesta para subir los salarios mínimos, a la que muchos se oponen.
“Que suban los salarios, no los números en las encuestas”, dijo el jefe de Gobierno desde la tribuna como para dejar claro que no le interesa su imagen personal, sino hacer caminar la ciudad.
Mancera no se anduvo por las ramas y aceptó que ha tenido que tomar decisiones difíciles que le han restado popularidad, y llamó a la izquierda a asumir los costos de ser gobierno.
Los Chuchos —Jesús Zambrano y Jesús Ortega— ubicados en un balcón de primera fila, se miraron y cuchichearon algo con Carlos Navarrete, quien estaba a su lado.
Aunque no mencionó a nadie por su nombre, el mensaje era para todos los dirigentes de tribu que se han estado quejando de que el aumento al Metro y el endurecimiento al programa Hoy No Circula, por ejemplo, pegarán en su clientela electoral.
Quizá para darles una sobadita, Mancera anunció que a partir del próximo año no habrá un solo trabajador eventual ni por honorarios en el Gobierno del DF; que todos serán integrados a la nómina para que tengan prestaciones.
Ahora los que pelaron los ojos fueron los del PAN y del PRI, que entre ellos comentaban cómo le iba a hacer el jefe de Gobierno para obtener el dinero que implicará mantener una nómina del tamaño a la de la ciudad; los perredistas y el gabinete aplaudían a rabiar.
El gobernante estaba por terminar cuando dijo que estos dos primeros años han sido para establecer las bases del gobierno que quiere, y que a partir de 2015 se verá en todo su esplendor su huella, dejando ver que hará ajustes.
Los secretarios que antes aplaudían se pusieron tensos cuando Mancera dijo que enfilaría hacia un tercer año de gobierno diferente, para lo cual ha evaluado constantemente a los integrantes de su gabinete.
No tuvo que decir más: el jefe de Gobierno estaba anunciando que varias de las caras que se vieron ayer en Donceles no aparecerán el siguiente año, pues los cambios se darán a conocer más rápido de lo que algunos piensan.
Antes de terminar su intervención, Mancera hizo una pausa para corregir un desliz que tuvo al principio con los priistas: agradeció la presencia del coordinador Fernando Espino; al principio de su discurso había mencionado como líder de la bancada tricolor a Tonatiuh González.
Fuera de eso, fue un informe terso.
CENTAVITOS… En el informe de ayer hubo ausencias notorias, pero entre las que más llamaron la atención habrá que contar la de la diputada panista Laura Ballesteros, recién removida de la vicecoordinación panista en la ALDF. Dicen sus compañeros que probablemente todavía anda con el berrinche de que la bajaron… Otro que debe andar igual es René Bejarano, que a diferencia de los últimos años esta vez no asistió a Donceles y en su lugar estuvo su esposa Lola Padierna, quien compartió el graderío con la senadora Alejandra Barrales… Al final le salió la jugada a Manuel Granados de impulsar a Ariadna Montiel como presidenta de la Mesa Directiva durante septiembre, pues la respuesta de la diputada al informe de Mancera fue, además de respetuosa, de completo apoyo y hasta incluyente con los otros partidos, recordando incluso a ideólogos de la oposición como Jesús Reyes Heroles y Carlos Castillo Peraza… Y como cereza del pastel, otra grata sorpresa fue el posicionamiento del PRD a cargo de la diputada Dione Anguiano, a quien con esta distinción el partido le reconoció su fuerza, demostrada en las pasadas internas amarillas. Como quien dice, fue una fiesta feliz para todos… De los exjefes de Gobierno, sólo Cuauhtémoc Cárdenas —un año— y Alejandro Encinas —un año también— asistieron; los otros tres: Rosario Robles, Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard no fueron convocados; es más, dos de ellos ya no están en el PRD y al otro le faltan semanas.