Integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) han señalado que la ampliación del déficit fiscal propuesto para 2024, como advirtió un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), podría generar presiones adicionales sobre la inflación en el país.
Como resultado, se han ajustado al alza las expectativas del indicador de precios al consumidor. La mayoría de los miembros de la Junta indicó que los pronósticos de inflación general y subyacente se han revisado al alza, reflejando una disminución a un ritmo más lento. Se espera que la inflación general alcance la meta del 3 por ciento en el segundo trimestre de 2025. Esto se atribuye a una mayor persistencia en el componente de servicios.
Uno de los miembros destacó que las presiones sobre la inflación subyacente se suman a los efectos de un mayor crecimiento económico y un marco fiscal expansivo en 2024, no contemplado en las proyecciones anteriores. El Gobierno propone un déficit presupuestario del 4.9 por ciento del PIB, el más alto desde 1989.
Las minutas de Banxico no revelan los nombres de quienes emitieron estos comentarios, pero uno de los miembros enumeró varios desafíos para las finanzas públicas. Estos desafíos incluyen el ajuste fiscal necesario para alcanzar la consolidación en 2025, la rigidez de la estructura del gasto, las expectativas de menor crecimiento global en 2025 y la disminución del espacio fiscal para aumentar el gasto en infraestructura.
Este miembro argumentó que el incremento del gasto en infraestructura es crucial para aumentar el crecimiento potencial y aprovechar el proceso de relocalización. También expresó preocupación por la dependencia de recursos federales de Pemex y la sostenibilidad de las finanzas públicas. En su declaración final durante su visita anual a México, el FMI también advirtió sobre la desaceleración lenta de la inflación y sugirió la necesidad de planes creíbles para mejorar los riesgos de viabilidad de Pemex.
Los miembros de Banxico insistieron en que, aunque las cifras de inflación están por debajo de los máximos del año pasado, siguen estando por encima de la meta permanente del banco central. Otro miembro de la Junta consideró que el panorama de inflación se ha vuelto más complejo debido a un entorno externo adverso y factores internos. En cuanto a la tasa de interés, algunos miembros de la Junta consideraron que es necesario mantener una postura monetaria restrictiva, manteniendo la tasa en el mismo nivel del 11.25 por ciento, incluso más allá del primer trimestre de 2024.
