El amor está en el aire, las campanas de boda han sonado y la vida como pareja comienza. Pero, espera un minuto, ¿por qué parece que uno o ambos miembros de la pareja están ganando algunos kilos de más? La pregunta sobre si casarse y engordar están relacionados es un tema intrigante y curioso que ha llevado a la creación de un fenómeno popularmente conocido como la ‘barriga nupcial’.
Entonces, ¿por qué sucede esto? Algunas teorías sugieren que puede ser el resultado de una mayor comodidad y felicidad que se experimenta en una relación de pareja estable. Cuando estamos enamorados y felices, es común que disfrutemos de cenas románticas y momentos de relajación, lo que podría llevar a un aumento de peso gradual.
Además, muchas parejas casadas pueden dividir las tareas de manera más eficiente, lo que a menudo incluye cocinar comidas más elaboradas y ricas en calorías en casa. También puede haber menos tiempo para la actividad física cuando se tienen responsabilidades compartidas, como el cuidado de los hijos.
La psicología también desempeña un papel en esto: en las etapas iniciales de una relación, es posible que pongamos más esfuerzo en mantenernos en forma para impresionar a nuestra pareja. Una vez casados, algunos pueden sentir menos presión para mantener ciertos estándares físicos.
La ‘barriga nupcial’ es una curiosidad que ha generado muchas teorías y anécdotas. Sin embargo, es importante recordar que no todas las parejas engordan después de casarse, y cada relación es única. Si bien es normal relajarse y disfrutar de la vida juntos, mantener un estilo de vida saludable es fundamental para el bienestar de cada uno y de la relación. Después de todo, un amor saludable es un amor duradero.