Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- Con la temporada navideña a la vuelta de la esquina, distintos sectores religiosos y la comunidad en general se han unido en un llamado a la conciencia, solicitando a las autoridades locales y a la feligresía católica, una regulación más estricta del uso de la pirotecnia o, en su defecto, la suspensión en festividades religiosas y celebraciones de fin de año.
En ese tenor, el pastor de la Iglesia Ecuménica, Fabián García Méndez, hizo hincapié en que, a pesar de la existencia de regulaciones sobre fuegos artificiales, en algunas parroquias católicas durante las festividades patronales se hace un uso excesivo de estos sin que los sacerdotes intervengan.
Los obispos parecen estar pasivos o tolerantes cuando es bien sabido que los cohetes representan un peligro, especialmente la pólvora, que también genera problemas ambientales”, explicó.
Por su parte, el presidente de la Unión de Iglesias Evangélicas de Xalapa, Arturo Contreras Nudes, señaló que el olor de la pólvora provoca serios problemas de salud tanto en personas como en animales.
En este sentido, hizo un llamado a la feligresía y a los alcaldes de la región a regular el uso de cohetes. “Debe haber una regulación y un permiso”, subrayó.
Asimismo, fuentes cercanas a la Diócesis de Córdoba afirmaron que esta no es una queja, sino una petición pacífica. “Lo estamos haciendo con la esperanza de ser escuchados antes de las festividades de diciembre. Hemos experimentado la pérdida de numerosos perros y aún no sabemos su paradero.
“Además, personas enfermas y el medio ambiente se ven afectados, ya que las aves abandonan a sus crías, que perecen en el proceso”, agregaron.
Por otro lado, los representantes religiosos coincidieron que la quema excesiva de pirotecnia causa problemas en las mascotas, llevándolas a escapar de sus hogares. “Sin embargo, cuando se solicita a los comités de las festividades patronales que reduzca el uso de cohetes, en ocasiones responden de manera agresiva”, expresaron.
Asimismo, manifestaron concluyendo que en algunas ciudades, la pirotecnia no está debidamente controlada, “pero durante las festividades religiosas en diferentes parroquias se hace uso de ella, lo que genera contaminación auditiva, daño al medio ambiente y afecta a mascotas, aves y personas de la tercera edad”.