El recién nombrado Embajador ruso ante el Vaticano, Ivan Soltanovsky, llevó a cabo una visita protocolaria al Papa Francisco, en la que presentó sus credenciales oficiales, marcando el inicio formal de su mandato. Durante la reunión, se discutieron asuntos diplomáticos y se reforzaron los lazos entre Rusia y la Santa Sede.
El Embajador Soltanovsky asumió su cargo en sustitución del Embajador Alexander Avdeev, quien se reunió con el Papa Francisco en febrero de este año, poco después de la invasión de Ucrania por parte de las fuerzas rusas.
Esta visita diplomática cobra relevancia en medio de indicios de una segunda misión del enviado del Vaticano para la paz en Ucrania, el cardenal Matteo Zuppi, a Moscú. El Ministro ruso de Exteriores, Sergey Lavrov, manifestó la disposición de Moscú para reunirse nuevamente con el cardenal Zuppi, quien ha estado trabajando en iniciativas de paz relacionadas con la Iglesia católica.
El Vaticano ha mantenido sus esfuerzos para promover la paz en Ucrania, y se espera que el cardenal Zuppi regrese próximamente a Rusia como parte de estos esfuerzos. Desde su nombramiento en mayo, el cardenal ha realizado visitas a Kiev, Moscú, Washington y Beijing, abordando diversas cuestiones relacionadas con el conflicto ucraniano.
Uno de los temas importantes en la agenda del enviado papal es el restablecimiento de las exportaciones de grano desde los puertos ucranianos en el Mar Negro, lo que muestra la amplitud de los esfuerzos de paz que está llevando a cabo en la región.
Este encuentro entre el nuevo Embajador ruso y el Papa Francisco es un paso importante en las relaciones entre Rusia y el Vaticano y una señal de la continuación de los esfuerzos diplomáticos para encontrar soluciones pacíficas en la región.
