AGENCIA
Nacional.- Las niñas víctimas de abuso sexual en la Condesa, Ciudad de México, estaban adiestradas, aseguró una mujer policía que participó en el operativo de rescate de las menores que sufrían agresiones por parte de un hombre de 71 años, frente a su madre que consentía los actos a cambio de dinero y condonación de renta.
En entrevista con Carlos Jiménez, quien colaboró en la investigación para capturar Jesús “N”, presunto abusador sexual de las niñas, los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) relataron cómo se dieron los hechos para la detención del hombre y la mujer, madre de las menores que permitía que fueran abusadas.
La mujer policía, que en un video se ve cómo cargó a las niñas para ingresarlas a la Fiscalía para Menores en la CDMX y que platicó con ellas para calmarlas cuando gritaban por su madre, contó que las menores tenían un lenguaje reducido y no iban a la escuela, además de que en cierta manera estaban “adiestradas” para decir que lo que pasaba no era malo, sino algo normal.
“La mayor tenía 6 años, la menor 4 años, no iban a la escuela, su lenguaje era muy reducido, entonces era un poco difícil entender lo que nos decían, pero de cierta manera siento que estaban ellas como adiestradas porque de cierta manera la pequeña quiso como que decir ‘es que hay alguien que se porta mal’, y la mayor decía ‘no no es cierto no se porta mal, también las niñas sentían una preocupación por su mamá y su hermanito que todavía no nacía”, dijo la elemento de la SSC.
De acuerdo con los testimonios de los uniformados que participaron en la investigación para la detención de Jesús “N” y Jimena “N”, el sujeto presunto abusador de las niñas también se dedicaba a la venta y distribución de droga en la zona.
Fue mediante una denuncia anónima que trascendió que este sujeto tenía propiedades en la colonia Condesa, alcaldía Cuauhtémoc, y en esta propiedad realizaba actos de abuso sexual en contra de dos menores de edad y también se dedicaba a al venta y distribución de droga en dicha alcaldía”, indicó una mujer policía.
Dijeron que en todo momento fue prioridad el rescate de las menores por el acto tan cruel que estaban viviendo y que, de cierta forma normalizaban, puesto que todo era consentido por la madre, alguien que tendía que haber sido su lugar seguro.