Efraín Hernández
el buen tono
Córdoba.- El quinto informe de labores del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha generado opiniones divididas en diversos sectores. Algunos críticos sostienen que su gestión ha dejado mucho que desear, mientras que otros lo acusan de promover una mera fachada mediática.
Manuel Molina Gómez, presidente del Centro de Investigación Difusión e Implementación sobre Asociaciones Civiles (CIDIAC), expresó que la revisión del presidente López Obrador fue demasiado simplista. “A pesar de celebrar que el presidente rinda cuentas de manera consistente, su administración ha dejado claro que no le preocupa cumplir con la ley”, afirmó.
Molina Gómez criticó los viajes presidenciales para supervisar el Tren Maya, calificándolos de demagogia y propaganda. Subrayó que el informe debe abordar una amplia gama de problemas nacionales, como salud, seguridad, desapariciones, educación y más, en lugar de centrarse en un sólo proyecto.
Por su parte, Alfredo Luna Murillo, presidente del Consejo Representativo de Iglesias Evangélicas del Estado de Veracruz, señaló que la cuenta regresiva hacia la sucesión presidencial ha comenzado. Hizo hincapié en que la promesa de transformación y pacificación en materia de seguridad no se ha cumplido, ya que la violencia y el número de desaparecidos aumentan. Luna Murillo criticó la estrategia de “abrazos, no balazos” y destacó que en algunas áreas del país existe un vacío de poder, lo que ha llevado a un estado de fallo en la autoridad.
Asimismo, Alejandro Lara Villegas, consultor político, enfatizó que el informe presidencial fue un ejercicio de simulación y desinformación. Cuestionó las afirmaciones sobre la reducción de la pobreza y el aumento del salario mínimo, argumentando que los precios de la canasta básica han triplicado desde 2018. También se quejó de la falta de avances en seguridad y de la eficacia de ciertos programas sociales.
