Las autoridades de Ucrania han dado a conocer este viernes un importante reconocimiento al confirmar que uno de los recientes ataques con drones dirigidos contra objetivos en Rusia se llevó a cabo desde territorio ruso, no desde suelo ucraniano. Este ataque en particular se llevó a cabo durante esta semana contra una base aérea en la región de Pskov, marcando un punto de inflexión en las tensiones regionales.
El jefe de la Inteligencia militar ucraniana, Kirilo Budanov, emitió un comunicado a través de la plataforma Telegram, donde confirmó que los drones utilizados el martes pasado para atacar la base de Kristi se lanzaron desde el territorio de Rusia. Esta admisión representa un cambio significativo en la narrativa oficial de Ucrania, que hasta ahora había negado su participación directa en tales ataques.
Budanov subrayó que Rusia, a quien se refirió como “el Estado agresor”, está utilizando estos drones para transportar carga y personal en el contexto de la ofensiva militar que lleva a cabo en Ucrania desde febrero de 2022.
Las autoridades rusas han denunciado en los últimos días una serie de ataques con drones en diferentes regiones. Aunque la mayoría de estos ataques se han producido en áreas cercanas a la frontera, la capacidad de alcance de estos drones parece haberse ampliado, como lo demuestra el caso de Pskov y otros incidentes registrados en la capital rusa, Moscú.
Este reconocimiento de Ucrania plantea nuevas preguntas sobre la situación en curso en la región y las implicaciones que podría tener en las relaciones bilaterales entre Ucrania y Rusia, que ya estaban tensas debido al conflicto en curso en el este de Ucrania.