Hace algunas semanas, la película “Barbie” impactó a audiencias en todo el mundo al mostrar cómo la icónica muñeca salía de su burbuja para enfrentar la realidad del mundo exterior, desencadenando una serie de reacciones y debates diversos.
La película fue aplaudida por algunos por su representación de Barbie como una mujer real con sus propias crisis existenciales y por abordar temas de aprendizaje y crecimiento en un mundo complejo. Sin embargo, también generó críticas negativas, especialmente en lo que respecta a la representación de Ken.
El impacto de la película alcanzó un nivel sorprendente cuando el pastor Greg Locke, conocido por su apoyo abierto al trumpismo, decidió llevar su protesta al siguiente nivel. Frente a los fieles de su iglesia, Locke destruyó la Casa de Ensueño de Barbie utilizando una Biblia adherida a un bate de béisbol.
El incidente quedó registrado en un video en el que el pastor expresaba su descontento con la película y, en nombre de Dios, comenzó a destrozar el juguete con enojo, afirmando que Barbie era “cosa del diablo”.
Locke justificó su acción al argumentar que la casita de Barbie representaba “el control de las tentaciones, similar a la pornografía sobre algunas personas”. Además, afirmó que destruir la casa de la muñeca era una forma de luchar contra el mal.
El pastor Locke compartió que en el pasado había realizado lo que él llamó una “exorcización” de una niña y desde entonces, ha estado comprometido en la lucha contra lo que él considera como el mal.
Es importante destacar que la película “Barbie” ha sido un éxito de taquilla, recaudando más de mil millones de dólares en todo el mundo y convirtiéndose en un fenómeno cultural desde su estreno hace un mes. Las reacciones extremas, como la protesta de Locke, subrayan la diversidad de opiniones que la película ha generado en la sociedad.