Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- En un emotivo acto religioso celebrado en la catedral de Córdoba, el obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Carmona Ortega, conmemoró su cuadragésimo aniversario de servicio sacerdotal. En la ceremonia, un grupo de jóvenes que se preparan para cursar el bachillerato en el Seminario de Córdoba, recibieron su túnica.
Frente a una abarrotada catedral, los familiares de los jóvenes, cuyas edades oscilan en los 15 años, se congregaron para celebrar este importante día en la vida del obispo. En la homilía dominical, Carmona Ortega compartió sus reflexiones, enfatizando la profunda gratitud que siente hacia Dios por los 40 años de servicio sacerdotal.
“Estos 40 años de vida sacerdotal han sido una bendición excepcional en mi vida, llena de favores y contribuciones que Dios, a través de la Iglesia, me ha otorgado”, expresó.
Carmona Ortega reafirmó que a lo largo de su caminar con Dios muchos sacerdotes que fueron sus maestros, dejaron una huella imborrable.
“En el firmamento hay estrellas que brillan con mucha luz, mucha fuerza, algo así son estas personas como laicos, padres, obispos, almas consagradas, de lo que se tiene que hacer y representan una motivación de lo que se debe de hacer dentro de la iglesia”, expresó.
Al respecto de los jóvenes que ayer fueron investidos con las túnicas que los avalan como estudiantes del bachillerato dentro del seminario menor, el prelado mencionó que “yo entré a los 15 años al seminario, ellos son de bachillerato, es un proceso largo de muchos años pero con el favor de Dios el tiempo se pasará rápido”.