De la Redacción
el buen tono
Xalapa.- En medio de la creciente preocupación por la escalada de violencia y los recientes hallazgos macabros en la ciudad de Poza Rica, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez ha generado controversia con sus declaraciones que minimizan la gravedad de la situación y desvían la atención de los problemas fundamentales que aquejan a la región.
Y es que el mandatario afirmó que Poza Rica no es un “foco rojo” y que la seguridad en el municipio está garantizada, alegando que se han tomado medidas para reforzar la vigilancia.
Sin embargo, estas afirmaciones chocan directamente con la realidad de decenas de cuerpos emplayados y refrigerados que fueron encontrados en la zona en días recientes, una serie de eventos que ha generado consternación en la población.
En sus declaraciones, el gobernador también negó que se haya encontrado un cuerpo desmembrado en la carretera Poza Rica-Cazones, afirmando que se trató de un homicidio.
Además, se mostró renuente a abordar las llamadas “narcomantas” que han aparecido en la zona norte, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la transparencia y efectividad de la estrategia de seguridad que se está implementando. La ausencia de una respuesta sólida ante este tipo de amenazas, sólo contribuye a aumentar la incertidumbre entre los residentes de la región.
Las afirmaciones de García Jiménez han sido duramente criticadas por diversos sectores sociales, quienes consideran que el enfoque del gobierno debería dirigirse hacia la erradicación de la corrupción en el sistema judicial y la Fiscalía, en lugar de aumentar la presencia policial.
Expertos y ciudadanos señalan que la detención de delincuentes por parte de Seguridad Pública, carece de sentido si los procesos judiciales se ven afectados por la mala integración de las carpetas de investigación y la presunta influencia de jueces corruptos que permiten la liberación de criminales.