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Xalapa.- En un evento que ha conmocionado a Veracruz, se descubrió la peor masacre ocurrida en el estado y es durante el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez. En la ciudad de Poza Rica se hallaron dos casas de seguridad donde había decenas de cuerpos desmembrados en estado de refrigeración. Aunque las cifras oficiales difieren, la Fiscalía General ha minimizado la tragedia a alrededor de 13 cadáveres, mientras que informes extraoficiales indican que el número podría ascender a 40. Personal de Fiscalía trabaja a marchas forzadas para integrar el conteo final de esta barbarie.
La violencia en Veracruz ha alcanzado un nivel alarmante, lo que refleja una crisis de inseguridad que sigue cobrando vidas y sembrando el temor en la población. Este sangriento suceso, que muestra signos de brutalidad perpetrados por la delincuencia organizada, resalta la falta de capacidad por parte del Gobierno Estatal para contener y resolver el aumento de la violencia en todas las regiones de la entidad. El silencio inicial y la minimización de los hechos por parte del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, han generado críticas y frustración entre los ciudadanos, quienes demandan transparencia y acciones contundentes para abordar esta problemática creciente.
La ausencia de una respuesta enérgica sólo contribuye a fortalecer la percepción de que la violencia y la impunidad continúan prosperando en Veracruz.
La Fiscalía General del Estado inició las investigaciones pertinentes sobre este terrible incidente.
Hasta el momento, se han detenido a seis personas posiblemente relacionadas con los hechos.
Se espera que las labores periciales arrojen resultados precisos en cuanto al número de cuerpos, identidades, edades y tiempo que llevaban refrigerados.
El macabro descubrimiento plantea interrogantes sobre las estrategias de seguridad implementadas y la eficacia de la autoridad contra el crimen.
La comunidad espera que se tomen medidas contundentes para abordar esta alarmante situación y que se haga justicia para las víctimas y sus familias.
