Volker Turk, el jefe de derechos humanos de las Naciones Unidas (ONU), realizó una visita a Irak durante la cual expresó su preocupación sobre los efectos del cambio climático en la región y su relación con el calor extremo y la contaminación en el sur de Irak.
En una conferencia de prensa en Bagdad al finalizar su visita de cuatro días, Turk señaló que las condiciones de calor extremo y la contaminación en el sur de Irak, donde la temperatura puede alcanzar los 50°C, dejaron en evidencia que “ha comenzado la era de la ebullición global”.
La región petrolera de Basora, en el sur de Irak, experimenta una combinación de altas temperaturas y una contaminación significativa debido a las llamaradas de gas, lo que ilustra los impactos tangibles del cambio climático en la vida cotidiana de las personas.
Según la ONU, Irak se encuentra entre los países más vulnerables al cambio climático. La falta de precipitaciones y la mala gestión de los recursos hídricos han resultado en años de sequía persistente, con los niveles de agua alcanzando mínimos históricos este año, según el Ministerio de Recursos Hídricos.
Los ríos Tigris y Éufrates, que alguna vez sustentaron antiguas civilizaciones y la agricultura en la región, están actualmente en un estado debilitado, incapaces de mantener la prosperidad agrícola que una vez caracterizó sus riberas.
Turk enfatizó que la situación en Irak es un indicio de lo que podría enfrentar el mundo si no se toman medidas efectivas contra el cambio climático. Instó a la comunidad internacional a asumir su responsabilidad de abordar el cambio climático de manera preventiva y mitigadora, para evitar futuros impactos devastadores en todo el planeta.
