Chengdu, China – Un desempeño históricamente pobre en los 100 metros lisos de los Juegos Universitarios Mundiales 2023 ha dejado una marca negativa en la competencia, con la atleta somalí Nasra Abubakar Ali obteniendo un tiempo de 21.81 segundos, casi diez más que sus competidoras. Su actuación, considerada la peor de todos los tiempos, ha generado controversia y críticas hacia las autoridades deportivas de Somalia.
La selección de Ali para representar a Somalia en la competición ha suscitado acusaciones de favoritismo y mala gestión. La atleta es sobrina de la vicepresidenta de la federación de atletismo de Somalia, lo que ha levantado sospechas sobre la imparcialidad del proceso de selección. Los críticos argumentan que esta decisión socava la integridad del sistema deportivo somalí y envía un mensaje alarmante sobre la competencia justa.
En medio de la creciente indignación, fuentes del Comité Olímpico Somalí han revelado que la verdadera razón detrás de la participación de Ali en los Juegos no era la competencia deportiva. Se alega que su presencia tenía como objetivo ayudar a otro supuesto atleta a obtener una visa Schengen y buscar asilo en Europa, utilizando el evento como una oportunidad para este propósito.
Esta controversia ha generado protestas entre otros atletas, entrenadores y fanáticos, quienes argumentan que atletas más meritorios y exitosos fueron pasados por alto en favor de intereses políticos y conexiones familiares. La decisión de las autoridades deportivas somalíes ha suscitado dudas sobre la legitimidad de la industria deportiva del país y ha eclipsado el potencial deportivo de Somalia en un escenario internacional.
Los Juegos Universitarios Mundiales de Verano de 2023, que buscaban ser una vitrina para el talento deportivo de Somalia y una oportunidad para reconstruir su reputación en el ámbito global, ahora enfrentan una controversia que amenaza con opacar los logros genuinos de otros atletas y cuestionar la integridad del sistema deportivo del país africano.