in

¡Ya basta Tomás, ni uno más!

Superiberia

 

Tomás Ríos Bernal: ¿Qué otra cosa tiene que suceder, para que de inmediato implementen un programa  de protección para el municipio en vez de delegar obligaciones que como alcalde te corresponden? Tienes que dejar ya de usar excusas y miedos, la ineptitud de afirmar que hay un acuerdo de Cabildo donde tu antecesor le entregó la Policía al Estado, ¡revócalo! Así como te autorizaste el incremento de sueldo y a tus compinches, toma el control de la Policía. Está más que probado que el Mando Único está rebasado y no ha podido garantizar la seguridad del municipio que ahora presides. ¿Qué tal estás de cómodo esperando a que los secuestros, violaciones y asesinatos de cordobeses se sucedan uno tras otro? ¿Te divierte ir a dar el pésame y mandar condolencias a los deudos?

¿De qué le sirvieron al profesor Sáinz tus lonas anunciando guarniciones y banquetas construidas por el departamento de Obras Públicas? Esas lonas son recursos mal utilizados, deberías anunciar en ellas a todos los ciudadanos que la inseguridad que impera en el municipio ha rebasado tus capacidades en vez de estar haciéndole comparsa al Mando Único, avalando mentiras sobre la seguridad de la ciudad.

¿El profesor es otro caso aislado? Era una persona íntegra y trabajadora. Esa acostumbrada respuesta no es posible ni en esta ni en las otras ocasiones, ya basta de ser miope e irresponsable con un pueblo que depende de ti. ¿Nos vas a recomendar como el flamante secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, la brillantez de acompañarnos en todo momento de un perro para poder así afrontar la delincuencia?

Qué deberíamos esperar los que vivimos en esta ciudad, donde vivieron y viven nuestros padres, donde vivirán nuestros hijos y los suyos, donde también viven los familiares de los gobernantes que no están haciendo nada como avestruces atemorizadas.

La primera responsabilidad que tiene el alcalde es garantizar la seguridad de la población, sin ello no puede haber un segundo paso, ni aumentos de sueldos a los empleados de la administración pública, no se le paga por estar cómodamente delegando culpas cada que ocurre una desgracia, ese dinero que invierte en imagen pública estaría mejor en seguridad.

¡Basta ya de cobardías y discursos de porcelana, la ciudad necesita acciones inmediatas, no más ataúdes!

 

La solución para la Inseguridad Pública en Córdoba, en manos de su alcalde. 

Revocar el acuerdo, una primera acción. Gestionar una real justicia, la segunda.

 

Dicen que no hay más ciego que aquél que no quiere ver. Y es innegable ya que la inseguridad pública que se vive en Córdoba, es uno de los temas que más preocupa a la sociedad. Los últimos meses, la población no ha podido dejar de convertirlo en el tema privilegiado. La Inseguridad Pública es “el tema de temas”. 

En el pasado inmediato el tema, las estadísticas, la presión social, la demanda ciudadana y la incapacidad del gobierno municipal encabezado por Francisco Portilla Bonilla, llevó al Ayuntamiento que encabezó, a ceder el manejo del problema al Mando Único. Sucedió en marzo de 2013, hace ya un año y medio. Desde entonces, el gobierno municipal se rindió y la esperanza de la población se basó en discursos, fotografías y la presencia de cientos de elementos policiacos, con un enorme y costoso despliegue de vehículos, armamento y toda la parafernalia que acompaña a los arranques de los programas oficiales gubernamentales.

Para el ex alcalde, Francisco Portilla Bonilla, el problema se solucionó cuando su Ayuntamiento accedió a reconocer la responsabilidad de la seguridad social en el municipio, al Estado. Y sí, la seguridad de las personas y de sus bienes, además de ser una demanda social, es una obligación insoslayable del Estado. Pero además, el control de la violencia y del crimen constituye una responsabilidad básica e irrenunciable de los gobernantes.

Luego, Tomás Ríos tomó posesión acompañado de un nuevo Ayuntamiento. Conocieron del acuerdo que el anterior Cabildo aprobó y lo adoptaron por inercia, pero también, porque éste –el acuerdo- no tenía fecha de caducidad… no vencía con el cambio de Administración. Así que lo hicieron suyo sin ninguna reflexión y por supuesto sin algún asomo de propuesta.

Pero la decisión tomada por aquel gobierno de Francisco Portilla Bonlla y continuada por el actual Ayuntamiento, no funcionó. No ha funcionado, y el problema más bien se ha complicado todavía más. Si aquella decisión alguna vez tuvo visos de solucionar el problema de la Inseguridad Pública que vivimos, se quedó en eso, en visos.

El alcalde Tomás Ríos, sin embargo, no quiere saber nada de este tema. Evade las preguntas y todo cuanto hace es esgrimir como argumento que fue Portilla el que “cedió” los bártulos y la responsabilidad… y que su gobierno ya no pudo hacer nada. Eso es falso, irresponsable y cobarde.

Porque el gobierno que encabeza Ríos Bernal debe aceptar lo que los ciudadanos ya sabemos, que lamentablemente la decisión tomada por Portilla y sus ediles simplemente no funcionó, y es hora de cambiar de táctica y también de estrategia, retomando el control y asumiendo con honestidad, valentía y liderazgo su papel de gobernantes.

Hoy, el tema y el problema los ha rebasado por completo, y la responsabilidad sigue siendo del gobierno municipal porque, recordemos, es irrenunciable. Así que es hora de dar marcha atrás a la decisión que no fue solución. El Ayuntamiento de Córdoba tiene en sus manos la obligación de reconocer el fracaso, revocar aquél acuerdo y tomar nuevamente el control de las decisiones y las acciones que permitan efectivamente disminuir la inseguridad y devolver a las familias la tranquilidad y la protección que siempre han merecido.

 Si todavía no lo quieren ver, pronto lo tendrán que escuchar, pues cada vez son más frecuentes las demandas de ciudadanos y de empresas, que piden una acción más efectiva por parte de las autoridades, para erradicar una actividad que genera temor e incertidumbre entre la población, y también cuantiosas pérdidas económicas.

No es molestándose con la cobertura que hacemos los medios en torno al problema de la inseguridad que acallarán las voces, pues ésta resulta fundamental debido a su gran capacidad de difusión de discursos. Cada día, desde muy temprano, si uno revisa el periódico, sintoniza un noticiero o enciende la televisión, encontrará como constante, notas referentes a los hechos delictivos. Y si esto no es suficiente para los actuales ediles, sería bueno que revisaran las redes sociales. El tema en twitter, en Facebook, es “¿cómo nos manifestamos para que ya hagan algo?”… así de complicado, y así de fácil.

Pero además, una vez retomado el control del problema y de su solución, el Ayuntamiento y el alcalde tendrán que gestionar, enérgicamente, claramente, ante otras instancias de gobierno, el complemento de la solución, enfrentando la otra cara del problema. 

Y es que contrario a lo que muchos piensan, la solución al problema de nuestra inseguridad pública, no es aumentar el número de policías, al menos no solamente eso. Deben nuestros gobernantes aceptar lo que también los ciudadanos comunes ya sabemos, y es que a los delincuentes, los ladrones, los violadores y hasta los homicidas, simplemente los reciclan.

Porque la policía actúa. La policía cumple. Los delincuentes son en su mayoría detenidos y puestos a disposición del Ministerio Público y hasta de los jueces, y es en estas instancias donde las razones de la población agraviada no sirven, y son puestos nuevamente en libertad.

Ya veremos, esperemos que muy pronto, cuando detengan al homicida de Luis Sáinz, que se trata seguramente de un delincuente con un largo historial delictivo, y que a pesar de ello, volvió a la calle a robar, a asaltar y a matar. 

Este tema, más difícil y repulsivo, también compete al gobierno municipal, que debe actuar como gestor enérgico y valiente para que el ciclo deje de repetirse. Para que tengamos tranquilidad, y vivamos con seguridad.

Mientras esto no suceda, mientras nuestro alcalde y su Ayuntamiento continúen como hasta ahora en este tema, el gobierno municipal seguirá mostrándose como ahora lo perciben los ciudadanos de Córdoba: falso, irresponsable y cobarde.

San José, un foco rojo

 

Debido a la corrupción que impera dentro de las agencias del Ministerio Público, así como juzgados, cuyos titulares, al recibir a un detenido, lo dejan libre con el simple pago de una fianza. 

La ley en Córdoba tiene precio y el alcalde Tomás Ríos está evadiendo su responsabilidad al no poder ofrecer condiciones de seguridad a la población, dejando en manos del Mando Único el control de las garantías a los ciudadanos.

Los delincuentes pisan por momentos la cárcel pero salen sin purgar condena; no podemos señalar a la Policía, la verdadera amenaza son los jueces que liberan a los criminales, quienes a pesar de ser reincidentes y cometer delitos graves, vuelven a disfrutar de la libertad que no merecen.

A pesar de que los policías realicen su trabajo deteniendo a los delincuentes, es una labor inútil ya que los abogados tuercen la ley con complacencia de los jueces, quienes por ciertas cantidades de dinero atentan contra la seguridad de los habitantes.

Mismos que optan por no denunciar ante la frustración e impotencia de conocer la corrupción de algunas autoridades.

Si buscásemos en los expedientes de los malhechores, podríamos constatar cuántas veces han estado tras las rejas y librado los cargos de los delitos por los cuales han sido detenidos.

Los integrantes de la Canacintra, hicieron un llamado enérgico al Gobierno del Estado para que se refuercen las estrategias en materia de prevención del delito, ya que no podemos asistir al absurdo que propone el secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez, de adquirir perros para que nosotros -y no ellos, que es su obligación- nos brindemos la seguridad que necesitamos.

CANAL OFICIAL

El minutero

El aeropuerto