Efraín Hernández
El Buen Tono
CÓRDOBA.- Al enfatizar que en los últimos 20 años se ha podido observar una disminución significativa en los glaciares que antes eran considerados «glaciares perpetuos», es decir, masas de hielo que permanecían intactas durante más de un siglo. Y este fenómeno ha sido provocado por el incremento de la temperatura a nivel planetario, lo que ha dado lugar a la disminución de la nieve en estas altas montañas que solían mantenerse prácticamente todo el año, afirmó el Consultor Ambiental, Guillermo Montealegre Quintero
«Tomando en cuenta este calentamiento global, haciendo mención de un grado, medio grado o un grado encima de lo normal, esto está provocando el deshielo de altas montañas como el Pico de Orizaba y sus glaciares; en este último caso, el Jamapa, el cual abastece de agua a gran parte de Veracruz, principalmente a la zona centro», dijo.
El especialista subrayó que el glaciar se encuentra en riesgo de desaparecer. Destacó que, además de proveer agua para la vegetación, miles de hectáreas en las faldas del Pico de Orizaba dependen del agua que proviene del Jamapa. «Sin embargo, 2 mil 400 metros más arriba, ya no existe mucha vegetación de manera natural. A pesar de ello, la vegetación presente a los 2 mil 500 metros es la que captura el agua que viene del Golfo de México. Cuando esta humedad es arrastrada por el viento y se convierte en nube, al chocar con la montaña, se convierte en una fuente vital de agua», añadió.
Montealegre Quintero resaltó que esta provisión de agua es crucial para la supervivencia tanto de animales como de seres humanos. No obstante, advirtió que si el último glaciar del Pico de Orizaba desaparece, se enfrentarán serios problemas hídricos. «Si no cuidamos la parte vegetal que todavía permanece en algunas zonas del Pico de Orizaba, si no se hace algo, si no se siembra para lograr un equilibrio en esas áreas, efectivamente esta generación y las próximas estarán en grave riesgo, incluso hasta para la sobrevivencia», reiteró.
El Consultor Ambiental manifestó concluyendo la urgencia de tomar medidas para mitigar el impacto del calentamiento global en el ecosistema de la zona y preservar el último glaciar del Pico de Orizaba, que representa un recurso vital para la región y su biodiversidad.