El lunes por la mañana, las autoridades rusas acusaron a Ucrania de llevar a cabo un audaz ataque con drones contra Moscú y Crimea. Según informes, uno de los drones cayó cerca del cuartel general del Ministerio de Defensa, mientras que en respuesta, el ejército ruso lanzó nuevos ataques contra infraestructura portuaria en el sur de Ucrania.
El Alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, aseguró que no hubo víctimas debido al impacto de los drones en dos edificios no residenciales. El Ministerio de Defensa afirmó que sus fuerzas lograron interceptar electrónicamente y hacer que los dos drones se estrellaran.
Según medios rusos, una de las aeronaves cayó en la autopista Komsomolsky, cerca del centro de Moscú, causando daños en cristales de comercios y en el tejado de una casa situada a unos 200 metros del gran edificio del Ministerio de Defensa. Cabe mencionar que la sede del Ministerio cuenta con sistemas antiaéreos Pantsyr en el tejado.
En medio de la confusión inicial, no se pudo determinar de inmediato si la aeronave tenía como objetivo específico el Ministerio de Defensa, que se encuentra a unos 2.7 kilómetros del Kremlin, o si se dirigía a otro objetivo en el centro de Moscú.
Las autoridades rusas están investigando el incidente y las tensiones entre Rusia y Ucrania siguen en aumento. Este tipo de ataques aumenta la preocupación por la seguridad y la estabilidad en la región, y las autoridades de ambos países están en alerta máxima para evitar posibles escaladas y conflictos mayores.
La situación es delicada y seguirá siendo objeto de seguimiento tanto a nivel nacional como internacional, ya que el mundo espera una resolución pacífica para evitar una escalada en las hostilidades y garantizar la seguridad de la región.