Fecha: 22 de julio
En cada rincón del mundo, el 22 de julio se celebra el Día Internacional del Trabajo Doméstico, una fecha dedicada a honrar y valorar la labor incansable de millones de personas que se dedican al trabajo doméstico en los hogares de todo el planeta. Esta conmemoración busca crear conciencia sobre la importancia de reconocer y respetar los derechos y dignidad de estos trabajadores que, durante mucho tiempo, han permanecido en las sombras de la sociedad.
La historia de esta fecha especial se remonta a la fundación de la Confederación Internacional de Trabajadores Domésticos (International Domestic Workers Federation) en 1983 en Bélgica. Desde entonces, esta organización ha luchado incansablemente por los derechos y la protección de los trabajadores domésticos en todo el mundo.
En 2008, otro hito significativo marcó la lucha por los derechos de estos trabajadores, cuando la Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó el Convenio sobre el Trabajo Doméstico (Convenio 189). Este convenio estableció estándares mínimos para garantizar la igualdad de derechos laborales y la protección de los trabajadores domésticos, abogando por su inclusión en las leyes laborales y sociales.
El trabajo doméstico abarca una variedad de tareas fundamentales para el bienestar de los hogares, como limpieza, cocina, cuidado de niños, atención a personas mayores o enfermas, entre otras. A pesar de su importancia, durante mucho tiempo esta labor ha sido subestimada y sujeta a condiciones precarias y falta de reconocimiento.
El Día Internacional del Trabajo Doméstico es una oportunidad para destacar la invaluable contribución de estos trabajadores invisibles y promover su reconocimiento y valoración en la sociedad. También es un llamado para continuar luchando por condiciones laborales justas y por el pleno respeto de sus derechos humanos.
En esta fecha especial, es fundamental reflexionar sobre la importancia de crear espacios de diálogo y acciones para mejorar las condiciones laborales y de vida de los trabajadores domésticos. El reconocimiento y la valoración de su labor son esenciales para construir un mundo más justo e igualitario, donde cada individuo, sin importar su ocupación, sea respetado y valorado por su aporte a la sociedad.