El legendario cantante Tony Bennett, conocido por su eminente estilo y su destacada contribución al cancionero clásico estadounidense, falleció el viernes a la edad de 95 años, dos semanas antes de cumplir 96. Su publicista, Sylvia Weiner, confirmó el deceso a la Associated Press y reveló que murió en su ciudad natal de Nueva York. Si bien no se ha proporcionado una causa específica, Bennett había sido diagnosticado con la enfermedad de Alzheimer en 2016.
Tony Bennett fue uno de los grandes cantantes de salón de mediados del siglo XX, dejando una huella imborrable en la industria musical y ganándose la admiración de artistas desde Frank Sinatra hasta Lady Gaga. Su vida artística estuvo marcada por la ambición de crear “un catálogo de hits más que discos de hits”, y ciertamente lo logró. A lo largo de más de 70 años en los escenarios, Bennett publicó más de 150 discos, destacando en su repertorio temas inolvidables de compositores como Cole Porter, los Gershwins, Duke Ellington, Rodgers y Hammerstein, entre otros.
A pesar de la popularidad y el reconocimiento que alcanzó en su carrera, Tony Bennett mantuvo una humildad y pasión por la música que lo caracterizó como un verdadero ícono. Ganador de 19 premios Grammy competitivos, 17 de los cuales fueron recibidos después de cumplir los 60 años, Bennett demostró que su talento y voz perduraron a lo largo de las décadas.
El legado de Tony Bennett perdurará en la memoria de la música clásica y en el corazón de sus seguidores, quienes recordarán su incomparable interpretación y dedicación a los grandes estándares del jazz y la música popular estadounidense. Su partida deja un vacío en la industria musical, pero su legado y música seguirán inspirando a generaciones futuras de artistas y melómanos. Descanse en paz, Tony Bennett, un verdadero maestro de la música y un ícono indiscutible del cancionero clásico estadounidense.