AGENCIA
Kiev.- El Gobierno de Rusia ordenó a la policía incautar las propiedades de Yevgeny Prigozhin, jefe del Grupo Wagner, organización paralimitar privada, luego de que éste intentara generar una rebelión en contra del Kremlin.
Los servicios de inteligencia del país liderado por Vladímir Putin allanaron la mansión de Prigozhin, ubicada en San Petesburgo. El lugar fue registrado mediante fotografías y videos, los cuales muchos fueron difundidos por la agencia de noticias pro-rusa Izvestia.
En la gigantesca propiedad del líder de Grupo Wagner fueron encontradas diversas armas de fuego con munición, pasaportes, objetos lujosos, lingotes de oro; así como una habitación designada para oraciones, la cual estaba llena de íconos religiosos.
La enorme mansión cuenta con instalaciones como su propio helipuerto, una alberca, sauna, gimnasia y un consultorio médico.
Grandes sumas de dinero, lingotes de oro, pasaportes y condecoraciones militares también fueron halladas en la mansión de Prigozhin.
Una carta encontrada en la mansión reveló que el líder de Grupo Wagner había sido galardonado con el título de prestigio Héroe de Rusia, en junio de 2022.
Una de las mayores curiosidades descubiertas, es la de un mueble repleto de pelucas de distintas formas y colores; así como también vello facial postizo, también de distintas tonalidades.
Dichos objetos pudieron confirmarse que eran empleados por el propio Prigozhin pues también se encontraron una serie de fotografías donde él posa con distintos disfraces, donde emplea las mencionadas pelucas, vello falso, distintas vestimentas y accesorios como lentes oscuros y ópticos.
Yevgeny Prigozhin, jefe del contratista militar privado Grupo Wagner, llamó el pasado 23 de junio a una rebelión armada para echar al Ministro de Defensa de Rusia, ante lo cual los servicios de seguridad rusos reaccionaron de inmediato, abriendo una investigación penal a Prigozhin.
Menos de 24 horas después de que comenzara el motín, este había terminado. Mientras la columna rebelde del Grupo Wagner descendía hacia Moscú, el Presidente bielorruso Alexander Lukashenko negociaba un acuerdo por el que el Presidente ruso Vladímir Putin prometía retirar los cargos penales contra el líder mercenario Yevgeny Prigozhin y permitirle buscar asilo en Bielorrusia.
Prigozhin fue declarado culpable de robo y agresión en 1981, y sentenciado a 12 años de cárcel. Luego de su liberación, abrió un restaurante en San Petersburgo en la década de 1990. Fue durante ese tiempo que conoció al Presidente Vladímir Putin, que en ese entonces era Vicealcalde de la ciudad.
Prigozhin se valió de ese contacto para desarrollar un servicio de banquetes y obtuvo lucrativos contratos del Gobierno ruso, lo que a la larga derivó en que lo apodaran “el chef de Putin”. Posteriormente amplió su negocio a otras áreas, incluidos los medios de comunicación y una “granja de trols” en internet, la cual llevó a que fuese acusado formalmente en Estados Unidos de inmiscuirse en los comicios presidenciales de ese país en 2016.