Efraín Hernández
el buen tono
Córdoba.- El 3 de mayo de 1991 quedará grabado en la memoria colectiva de los cordobeses, especialmente en aquellas que residían en el barrio de Las Estaciones. Fue en ese fatídico día que ocurrió la explosión de la fábrica de fertilizantes de Agricultura Nacional de Veracruz (Anaversa), una tragedia que cambió la vida de cientos de personas además de dejar un legado de enfermedades y preocupación medioambiental que persiste hasta nuestros días.
Expertos en la materia han hecho hincapié en la magnitud del desastre que se desencadenó cuando una serie de productos químicos altamente tóxicos detonaron, liberando sustancias de efectos moleculares devastadores para la salud humana. Los residentes que inhalaron estos gases venenosos sufrieron alteraciones en su ADN, impacto que no solo afectó a los niños que correteaban cerca de la fábrica, sino también a las mujeres embarazadas que tuvieron secuelas durante su etapa de gestación.
Un estudio realizado por la reconocida toxicóloga mexicana, Dra. Lilia América Albert, autora del libro «México Tóxico», revela la extensión de los daños causados por aquella explosión de Anaversa en nuestro país. Según su investigación, los descendientes de aquellos expuestos a sustancias químicas podrían desarrollar enfermedades como cáncer, leucemia y malformaciones congénitas. Ante esta perspectiva, la Dra. Albert hace un llamado urgente a llevar a cabo una remediación ambiental en el lugar afectado, con el fin de evitar que más generaciones sufran las consecuencias de esta tragedia.
A medida que se recuerda aquel trágico día en el Barrio de Las Estaciones, se vuelve imposible olvidar la imagen de los niños cubiertos de un polvo blanco, el cual resultó una mezcla de productos químicos. Estos inocentes pequeños, que en ese momento solo estaban jugando, fueron víctimas de enfermedades como el cáncer de piel y el lupus, padecimientos que les arrebataron la vida con el paso del tiempo.
A pesar de que han transcurrido más de tres décadas desde la tragedia de Anaversa, la lucha por la justicia y la remediación ambiental continúa y no se sabe aún hasta cuando culminará.
