AGENCIA
Nigeria.- Hombres armados secuestraron al menos a 80 personas, en su mayoría mujeres y niños, en el estado nigeriano de Zamfara, una zona donde bandas armadas realizan secuestros en aldeas remotas para exigir rescates, dijeron los residentes ayer sábado.
Bandas de hombres armados han atacado cientos de comunidades locales en todo el noroeste de Nigeria en los últimos años, mientras que los militantes islamistas siguen perpetrando atentados en el noreste.
El último secuestro tuvo lugar el viernes en la aldea de Wanzamai, en el área de gobierno local de Tsafe, en Zamfara, declararon tres residentes. Zamfara es uno de los estados más afectados por los secuestros.
Musa Usman, cuyo hijo Ibrahim, de 14 años, fue uno de los secuestrados, dijo que los niños y las mujeres de la aldea estaban limpiando la tierra para cultivarla y recogiendo leña cuando fueron secuestrados por hombres armados y conducidos a un bosque cercano.
“Los niños de diferentes hogares fueron a recoger leña y algunos de ellos se dirigían a las granjas en busca de trabajos manuales cuando fueron secuestrados”, declaró Usman.
El portavoz de la policía de Zamfara, Mohammed Shehu, confirmó el incidente en un comunicado, pero no precisó cuántas personas habían sido secuestradas. La policía estaba trabajando con los militares y los guardias de seguridad de la comunidad para rescatar a las víctimas, dijo.
Haruna Noma, otro de los padres, dijo que algunos de los secuestrados procedían de dos aldeas cercanas, Kucheri y Danwuri, y que habían ido a Wanzamai a despejar tierras para cultivar.
Los hombres armados aún no habían pedido rescate; Amina Tsafe dijo que su hija también había sido secuestrada y que la mayoría de los niños secuestrados tenían entre 12 y 17 años.
En Nigeria, los secuestradores suelen retener a sus víctimas durante meses si no se paga un rescate y también exigen a los aldeanos que paguen tasas de protección para poder cultivar y recoger sus cosechas.
El ejército nigeriano ha bombardeado los campamentos utilizados por las bandas armadas, pero los ataques continúan.