Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- La noche de este Viernes Santo miles de personas participaron en la procesión del silencio en Córdoba. Este evento, de gran significado en la teología católica, conmemora el sufrimiento de María por los padecimientos de Jesús ante su crucifixión en el Monte Calvario.
Las luces del primer cuadro de la ciudad fueron apagadas, mientras los feligreses caminaban por las principales calles, iluminados únicamente por la tenue luz de las veladoras.
La procesión inició en la avenida 3, a las afueras de la Catedral Inmaculada Concepción, encabezada por el obispo Eduardo Carmona Ortega, quien presidió la caminata junto a la imagen de la Virgen de la Soledad. Para algunos, este fue un acto de fe y amor, mientras que para otros fue un espectáculo de devoción y respeto. Sin embargo, lo cierto es que cada año atrae a cientos de fieles y visitantes que acuden a Córdoba exclusivamente para presenciar esta única escenificación en la zona centro del estado.
Personas desde la tercera edad hasta niños, se unieron a la procesión para agradecer a Dios por los milagros concedidos o para hacer peticiones especiales. El recorrido, que comenzó en la avenida 3 y llegó hasta la calle 15, para luego retornar a la avenida 1, atrajo la atención de quienes aún se encontraban en las calles.