AGENCIA
Finlandia se ha incorporado hoy martes como nuevo miembro de la OTAN y de esta forma se convierte en el 31º aliado del bloque militar, una vez Turquía ha completado la ratificación de su entrada tras meses de oposición por la falta de cooperación en la lucha del terrorismo kurdo de Finlandia y Suecia.
El paso formal llega después de que Finlandia haya finalizado el proceso de adhesión con la entrega de su instrumento de acceso en un acto en los cuarteles generales de la OTAN, con motivo de la reunión de ministros de Exteriores. La entrada de Helsinki en la OTAN coincide además con el aniversario del Tratado de Washington con el que se fundó la organización militar hace hoy 74 años, por lo que la ceremonia esta cargada de simbolismo.
Finlandia solicitó formalmente su ingreso en la OTAN en mayo de 2022, junto a Suecia, en un giro inédito a su política de neutralidad que respondía directamente a la creciente amenaza derivada de las actividades expansionistas rusas en Ucrania. No en vano, Finlandia comparte más de mil 300 kilómetros de frontera con Rusia.
El Kremlin dijo ver en ello un “nuevo agravamiento de la situación”, ya que la ampliación de la OTAN “es un ataque a nuestra seguridad y a nuestros intereses nacionales. Esto nos obliga a tomar contramedidas”.
“Es un nuevo agravamiento de la situación. La ampliación de la OTAN es un ataque a nuestra seguridad y a nuestros intereses nacionales”, declaró a la prensa el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov. “Esto nos obliga a tomar contramedidas”, añadió. “Seguiremos atentamente lo que ocurre en Finlandia, la forma en que esto nos amenaza. En función de ello, se tomarán medidas. Nuestro ejército informará llegado el momento”, agregó Peskov.
La voluntad manifestada por Ucrania de incorporarse a la OTAN fue además una de las razones que llevó a Rusia a lanzar su ofensiva contra la exrepública soviética, según Moscú.
“Finlandia nunca ha sido anti-Rusia y no teníamos ninguna disputa”, señaló Peskov. Su adhesión a la OTAN “afectará a la naturaleza de las relaciones” entre Moscú y Helsinki, dijo, pues la Alianza “es una organización inamistosa y hostil” con Rusia, agregó.
La integración en bloque de los dos países nórdicos se topó inicialmente con los recelos de Turquía, que parecían solventados tras un acuerdo tripartito en las horas previas a la cumbre de líderes de la Alianza Atlántica en Madrid. No fue así para Suecia, que siguió en el punto de mira del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
El bloqueo de Ankara a Estocolmo derivó en el avance de Helsinki en solitario. Aunque inicialmente el Gobierno finlandés mantuvo que su intención siempre era seguir de la mano del sueco, la imposibilidad de avanzar unidos llevó a Finlandia a asumir que tendría que entrar en solitario si quería alcanzar su objetivo a corto plazo.
Así, los vistos buenos finales de Hungría y de Turquía, Erdogan promulgó la adhesión este pasado sábado, han derivado en la ceremonia formal de hoy martes, con la que Finlandia se ha convertido en el Estado miembro número 31 de la Alianza Atlántica de la OTAN y tiene derecho a las mismas cláusulas que el resto de socios, incluida la defensa colectiva.
La entrada final llega también en un momento clave a nivel interno en Finlandia, ya que las elecciones parlamentarias del domingo concluyeron con la victoria de los conservadores en detrimento de los socialdemócratas, encabezados por la actual primera ministra, Sanna Marin, que pese a mejorar en votos y escaños previsiblemente no revalidará el cargo.