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A punto de extinguirse glaciar Pico de Orizaba 

Superiberia

Mariana Gutiérrez H.

BUEN TONO

Orizaba.- Debido a un déficit de precipitación de nieve que regularmente alimenta al volcán Pico de Orizaba, el glaciar podría extinguirse en poco tiempo, mucho antes de lo que se esperaba, todo ello como consecuencia de la variabilidad climática local y del calentamiento global.

De acuerdo con un estudio realizado por el geógrafo y profesor de asignatura en la Licenciatura en Geografía de la Universidad Veracruzana (UV), Víctor Soto, este panorama es visible a partir del afloramiento del lecho rocoso en la zona de acumulación glaciar ocurrido durante 2019, donde ahora se registra un alto contenido de energía y calor almacenado por insolación.  

Explicó que este calor se irradia y se transfiere hacia todo el hielo y nieve de alrededor, ocasionando que se funda de forma aún más acelerada, ya que se suma a los efectos ocasionados por el calor transportado en el aire.  

Los resultados de la investigación, cuyos datos fueron obtenidos del monitoreo de imágenes satelitales ópticas y de radar entre 2016 y 2021, así como del análisis climatológico del lugar, se publicaron el pasado 1 de febrero a través de un artículo en la revista científica Journal of Mountain Science, de la editorial Springer Nature.  

Víctor Soto destacó que el glaciar del Pico de Orizaba posee mucho interés y un alto valor ecosistémico. Sin embargo, la cantidad de nieve que cae actualmente es mínima y se funde en pocos días o semanas, por lo cual no alcanza a unirse con la de otras precipitaciones y a transformarse en hielo sólido, pues para que eso suceda deben pasar varios años, siempre y cuando la temperatura y sublimación lo permitan.

Subrayó que, a partir de la modificación de todas las variables climatológicas a lo largo del tiempo, se puede hablar de qué tan acentuado es el cambio climático.  

A escala nacional, dijo, el glaciar del volcán Popocatépetl se extinguió como consecuencia de la actividad eruptiva iniciada en 1994. Los del Iztaccíhuatl, ya no son glaciares en el estricto sentido de la palabra, pues no existe una dinámica de flujo de hielo, por lo que ahora son considerados como remanentes estáticos.

“Un glaciar tiene una dinámica de acumulación y de flujo hacia las zonas bajas, esa dinámica es cíclica y repetitiva a lo largo del año; cuando se pierde esa dinámica sólo quedan remanentes estáticos de hielol.”  

La temperatura alrededor de ellos hoy en día ya fluctúa en valores positivos, y aunque por la noche se registran bajas temperaturas, la oscilación térmica diurna y estacional es cada vez mayor, acentuando la fusión del hielo y el retroceso de su superficie. Esta situación no había sido tan clara en el Pico de Orizaba como ocurre en el Iztaccíhuatl, ya que es considerada la montaña más alta del país con cinco mil 610 metros sobre el nivel del mar, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).  

Como es el más alto, el glaciar se extendía hasta la cima de manera uniforme, lo cual le ha permitido que la temperatura, todavía en su zona central, fluctúe en valores de congelamiento. No obstante, la oscilación térmica diurna y estacional también se ha incrementado con el tiempo.  

Por lo tanto, el aumento global y local de la temperatura, así como las bajas precipitaciones (microclima del lugar), son factores que han repercutido en su continua desaparición.

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