AGENCIA
Kiev.- Rusia lanzó “enorme ataque de cohetes” que golpeó infraestructura crítica y edificios residenciales en 10 regiones de Ucrania. Las autoridades reportaron al menos 10 muertos tras el bombardeo masivo.
Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, dijo que Moscú intentaba “intimidar a los ucranianos de nuevo” con una oleada que comenzó cuando mucha gente dormía.
“Los ocupantes sólo pueden aterrorizar a los civiles. Es todo lo que pueden hacer”, dijo el presidente en un comunicado en internet.
El Ministerio de Defensa ruso aseguró que disparó misiles hipersónicos durante estos bombardeos, realizados “en represalia” por una reciente incursión en su territorio el 2 de marzo, que atribuyó a “saboteadores” ucranianos.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció las “tácticas miserables” rusas, tras estos bombardeos que alcanzaron 10 de las 27 regiones del país, entre ellas Kiev, y afectaron a las infraestructuras energéticas.
La guerra ha estado prácticamente paralizada durante el invierno. Las fuerzas del Kremlin empezaron a atacar la red energética el pasado octubre en un aparente intento de desmoralizar a la población civil. Las andanadas se han ido espaciando y los analistas especulan con que Moscú podría tener poca munición. El último ataque masivo fue el 16 de febrero.
Las agencias de inteligencia estadounidenses no creen que Rusia pueda ganar mucho terreno en Ucrania este año debido al gran número de bajas, su incapacidad de reponer sus reservas de armas y munición, sus problemas de liderazgo y la baja moral de las tropas, indicó el miércoles a un comité del Senado estadounidense Avril Haines, directora nacional de inteligencia. Eso podría hacer que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se incline por alargar la guerra, señaló.
El último ataque de misiles dejó a casi la mitad de los consumidores en Kiev sin calefacción, con temperaturas en torno a los 9 grados Celsius (48 Fahrenheit) mientras comienza el deshielo de la primavera.
En el sur de Ucrania, la Central Nuclear de Zaporiyia, que está ocupada por fuerzas rusas, se quedó sin energía como resultado de los ataques de misiles, según la operadora nuclear estatal Energoatom.
Es la sexta vez que la planta se queda sin electricidad desde que fue tomada por Rusia hace meses, lo que la obliga a depender de 18 generadores diésel que pueden mantener la central durante 10 días, indicó Energoatom. Las centrales nucleares necesitan energía de forma constante para mantener en marcha los sistemas de refrigeración y evitar una fusión nuclear.
El jefe de la agencia de supervisión nuclear de Naciones Unidas expresó su alarma por el nuevo apagón y dijo estar “perplejo por la complacencia” de la organización que dirige, el Organismo Internacional de la Energía Atómica.
“¿Qué estamos haciendo para impedir que esto ocurra? Somos el OIEA, se supone que nos importa la seguridad nuclear”, dijo a su junta directiva en una reunión hoy jueves, según un comunicado del OIEA.
“Cada vez estamos lanzando un dado”, dijo. “Y si permitimos que esto ocurra una y otra vez, algún día se nos acabará la suerte”.