AGENCIA
Nvo. Laredo.- Alejandro Pérez Benítez, sobreviviente del ataque de militares en Nuevo Laredo, Tamaulipas, relató que los elementos les dispararon directamente, y que a dos de las cinco víctimas mortales, entre ellas su hermano, las mataron cuando estaban sometidas en el piso.
“Yo nomás que escuchaba que me mataran, que me mataran. Ya nomás cuando volteé pa todos lados ya estaban todos muertos”, dijo el joven en entrevista para N+ a dos días de los hechos.
Alejandro, hermano de Gustavo Pérez Benítez, dijo que al toparse con los militares en calles de Nuevo Laredo, se dieron la vuelta, pero que los soldados los chocaron por detrás, para después dispararles sin razón.
“Nomás llegaron y nos balacearon toda la troca, me alcancé a bajar y me arrodillé. Yo iba atrás del chofer”, indicó.
N + también dio a conocer videos que muestran a dos vehículos militares persiguiendo a la camioneta blanca, así como la declaración del capitán Elio “N”, quien reconoce que cuatro elementos a su mando fueron los responsables de haber disparado sin tener orden para hacerlo.
“Escuché que varios elementos accionaron sus armas de fuego, sin que yo diera tal orden por lo que de manera inmediata vía alto frecuencia ordené alto al fuego”, sostiene la declaración, en al cual también reconoce que tras la inspección, los jóvenes no portaban armas o que hubieran cometido algún ilícito.
El 28 de febrero, Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, habló del testimonio de Pérez Benítez, y de testimonios de vecinos que contradicen la versión del Ejército en el caso.
“Escucharon a los jóvenes solicitar auxilio y que en lugar de eso recibieron disparos a manera de rematarlos, tenemos videos que contradicen lo que dice este comunicado”, señaló en referencia a la versión de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que reconoce haber disparado contra los jóvenes, argumentando que el vehículo se trasladaba a exceso de velocidad con las luces apagadas y sin placas.
Aunque originalmente el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo denunció que la agresión fue contra seis jóvenes, Ramos expuso que el joven no había sido nombrado por motivos de seguridad; hoy martes, la Sedena informó que en el vehículo había siete personas.
“Este testimonio lo habíamos mantenido en reserva, primero por protección, porque ninguna instancia federal le ha otorgado medidas de protección. Fue llevado por los militares tres horas después, ante la Fiscalía General de la República (FGR) para que rindiera su declaración, como si hubiera sido un delincuente, nunca se le trató como víctima”, explicó
Incluso, denunció que los militares obligaron al sobreviviente a grabar un video donde él reconoce su responsabilidad en hechos delictivos.
El Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo sostuvo que los jóvenes asesinados son Gustavo Pérez Benítez, Wilberto Mata Estrada, Jonathan Aguilar Sánchez, Gustavo Ángel Suárez Castillo, de origen estadounidense, y Alejandro Trujillo Rocha.
Este martes realizaron el funeral de uno de los jóvenes y este miércoles serán sepultados cuatro más, pero hasta el momento, las familias no han recibido atención por parte del gobierno Federal, ni por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Ramos indicó que la CNDH lo buscó hasta este 28 de febrero para pedirle los números telefónicos de las familias, apenas unas horas antes de que el organismo emitiera un comunicado de prensa en el que informó que había abierto una queja de oficio y ya se encontraba apoyando en las víctimas.
Pero también pidió a las asociaciones civiles, activistas y medios de comunicación, “evitar la generación de desinformación mediante la difusión de datos no verificados y de versiones extraoficiales”.
“Ese es un comunicado ofensivo. Ellos están actuando como defensores, no del pueblo, sino defensores de las Fuerzas Armadas. No puedes callar a alguien que de la noche a la mañana pierde a un familiar de la manera más trágica e injusta”.
Incluso, dijo, hasta la noche de este martes no se había presentado personal de la CNDH en Nuevo Laredo Tamaulipas, pese a que el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo ha solicitado la presencia de psicólogos y visitadores “para que sean testigos de lo que está ocurriendo, pero la nueva CNDH se maneja a distancia”.
En tanto, la Sedena ha argumentado la actuación de sus elementos señalando que “al escuchar un estruendo, el personal militar accionó sus armas de fuego”.
Y a todo esto eso se le llama daño colateral, sigan escondiendo a delincuentes como pueblo sigan protegiéndolos, ven a sus hijos que se comportan de una forma delincuencial, éstas como familia reciben dinero del narco no dicen nada, esto es parte del combate a esa forma de vida.
¡Ahora son unos santos! Que se investigue bien, algo tuvieron que hacer para recibir algo así, tal vez hasta por un comportamiento agresivo, el actuar como si estuvieran armados, etc.
Algunos testigos de los hechos informaron que los jóvenes no estaban desarmados.