AGENCIA
CDMX.- Las tandas que se utilizan para supuestamente ahorrar dinero, son sumamente populares en México, al grado de que tres de cada 10 personas las usan, pero, ¿valen la pena?
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), el 31.4 por ciento (%) de los mexicanos están en una tanda, considerada como un método de ahorro informal, que en muchos casos no es seguro.
La dependencia señala que siempre serán más efectivos los métodos de ahorro formales, a través de instituciones financieras o de la inversión, ya que además de otorgar beneficios y en algunos casos fortalecer tu historial crediticio, cuentan con un respaldo formal.
Pero no todos los mexicanos tienen acceso a una tarjeta, y la tanda está ahí, como uno de esos métodos que usaron nuestros padres y abuelos que parece que serán para siempre, ya que en muchos casos no hay requisito para entrar y se organiza entre familia o conocidos.
La tanda se trata de un método de supuesto ahorro en el que las personas que participan normalmente se dividen en números, con la finalidad de distribuir cierta cantidad de dinero en un periodo que puede ser semanal, quincenal o mensual.
Por ejemplo: hay una tanda organizada entre cinco personas y cada una debe dar 100 pesos semanalmente. La primera semana, la persona con el primer número recibe 100 pesos de las otras cuatro, la siguiente le tocará el turno a la que tenga el segundo número y así sucesivamente.
La tanda terminará hasta que la quinta persona, quien tiene el último número, reciba los 100 pesos de las otras cuatro.
Condusef explica a través de estos puntos las desventajas de las tandas:
Tu dinero se puede devaluar, ya que no hay un rendimiento detrás de este, y si la tanda se prolonga meses o años, la inflación puede “hacer de las suyas” para que al momento de recibir tu dinero no alcance para lo mismo que en un principio.
Por ejemplo, si el monto de todos los participantes de la tanda llega a 5 mil pesos y con eso te querías comprar una televisión en enero, puede que cuando toque tu número (diciembre) sea más cara.
Al tratarse de un método informal, corres el riesgo de que las personas que participan no entreguen el dinero o que ya no te avisen nada de los pagos y pierdas tu ahorro.
Si alguien no puede pagar a tiempo quedarás esperando que te paguen lo que te corresponde.
Esto es decepcionante si esperabas recibir dinero y gastarlo en su totalidad para algún bien o una salida, y que al final no te alcance porque está incompleto.
Si eres tú quien no paga, pronto llegarán los reclamos y cobros, lo que puede afectar tu vínculo con las personas que participan en la tanda.
La distribución de los números es otro problema, ya que en muchos casos son más peleados los primeros para recibir el dinero lo más rápido posible, y si te toca ser de los últimos corres del riesgo de que no todos participen, por lo que no recibirás el monto equivalente a lo que diste.
Por lo anterior, te expones a ser estafado sin un respaldo legal del dinero que diste para tu ahorro; es cierto que muchas personas organizan las tandas para tener dinero a corto plazo, la recomendación de Condusef es ser paciente y ahorrar a través de métodos formales, ya sea con una tarjeta de ahorro o con inversiones, para que en caso de que ocurra algún problema tengas el respaldo de instituciones y no pierdas tu dinero, así como la recompensa del rendimiento para aguantar el impacto de la inflación.